Lunes, 13 de Septiembre de 2010.
Los habitantes de Toledo creyeron que el famoso circo Everglow jamás llegaría a su pequeña ciudad en las montañas. Ellos creían que, como Toledo no era una gran población llena de edificios modernos y casas de lujo, el gran carnaval de Patrick Saltsman no llegaría a su ciudad, porque era casi como un pueblo.
Sin embargo, la pequeña población de habitantes se regocijó de alegría cuando se anunció en las vallas publicitarias de Toledo que el circo abriría sus puertas la noche de ese Lunes para todas las personas.
El carnaval había llegado con su diversión a la ciudad, y cuando las puertas del circo abrieron en la noche finalmente para el público, en la taquilla dorada ya había una gran fila de personas que esperaban ver el gran espectáculo de los fenómenos y subirse a los juegos mecánicos.
Los boletos se vendieron en un parpadeo, y Patrick continuó llenando sus bolsillos de sucio dinero. Cada vez el circense era más conocido, y millonario. Debido a su brillante circo, y a los horrores que cometía detrás del telón.
El público enseguida que entró al carnaval, subió a los juegos mecánicos. Las personas solían ir a la rueda de la fortuna, al carrusel y la casa embrujada. Mientras comían un algodón de azúcar, o un refresco.
Sin embargo, todos sin excepción alguna fueron a ver el espectáculo. Olvidando a los juegos mecánicos. Cuando Patrick por los altavoces dorados anunció, que el show estaba por comenzar y que todos debían entrar a la gran carpa roja en donde se daba la magia.
La enorme carpa estaba llena de una explosión de colores fluorescentes, que siempre solía dejar a todos los espectadores estupefactos por su belleza. El aire de adentro apestaba a dulces, y a palomitas de maíz, y los asientos dorados eran tan cómodos que podías disfrutar muy cómodamente el espectáculo como si estuvieras en un sillón.
El público fue entrando en orden, y entonces, cuando todos terminaron de pasar y se ubicaron en los asientos frente al gran escenario, esperaron al famoso presentador sobre sus sillas; quien no tardó en salir de las cortinas, y miró con la misma carisma de siempre a la multitud sentada en filas frente a él.
Patrick Saltsman salió del telón muy lentamente, sobre sus tacones negros y con su figura delgada; cubierta por el mismo fino abrigo de piel de oso Polar, que solía cargar la mayoría del tiempo. Estaba envuelto en él, pero sus botas de cuero con tacón eran muy notables, al igual que su llamativo maquillaje.
El público se quedó en un absoluto silencio cuando lo vieron en el escenario, y él caminó lentamente hacia el centro, con el gran reflector blanco sobre su persona y un micrófono brillante en mano.
Esa noche le tocaba abrir el show con uno de sus espectáculos de música, y quería verse de la manera más provocativa, caminando de forma sensual para el público.
Entonces, cuando se paró en medio del escenario con el fino bastón que tenía en mano, y miró al público, exclamó con una elegante y sensual voz:
- ¡Damas y caballeros, bienvenidos al famoso circo Everglow!
El público aplaudió enseguida, y varias personas le vitorearon. Él sonrió, y con mucha carisma inclinó el sombrero de copa que tenía en sus cabellos rojos, y la multitud lo ánimo a continuar con su presentación.
- Oh, gente de Toledo- dijo, y pestañeó lentamente-, quiero expresar lo agradecidos que estamos de tenerlos aquí y darles la bienvenida a nuestra familia de freaks- él sonrió con cierta lujuria, y de pronto las cortinas se terminaron de abrir y mostraron a un grupo de enanos sentados sobre sillas tocando unos bajos, y entonces el show comenzó cuando Patrick empezó a cantar-: No se asusten por mi aspecto...
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El circo de horror de Patrick Saltsman ©
HorrorPatrick Saltsman es el dueño de un particular circo ambulante, famoso por sus atracciones divertidas y las risas que te hacían sacar los payasos de allí. Sin embargo, no todo era diversión en el carnaval de las risas, el horror del circo se encontra...