Capítulo 1

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P.O.V León

Ya te dije que no iré, no insistas por favorme rasco la nuca exasperado.

Vamos, no seas aguafiestas, es solo una subasta, además ni que fueras a comprar algo.

Pasé mi mano por mi cabello suspirando. Marcos es el contador de mi empresa y amigo desde hace 5 años, realmente no sé qué es lo que tiene esa subasta, pero muchos de mis socios y gente con bastante dinero van a asistir.

Tengo que cuidar a mi hijale digo ya cansado ante su persistencia.

León, eres un hombre millonario, hasta se podría decir que defecas dinero con tantas empresas que tienes. Puedes pagarle a una niñera para que te la cuide, es solo por una nochevolvió a insistir.

Giré mis ojos arto de su persistencia, miré una vez más como Maya jugaba en el jardín con Zeus (un perrito). Lo pensé un poco más y no perdía nada con ir a la subasta.

Está bien, iré a esa subasta. ¿Feliz?me dejé caer en el sofá.

¡Grandioso! No te olvides que a las 22:00 te pasaré a buscarpuse mis ojos en blanco ante su felicidad por el solo hecho de ir a una aburrida subasta.

Realmente no compraría absolutamente nada, puede que tenga mucho dinero pero no gasto en cosas innecesarias.

Miré la hora en mi reloj de mano, las 17:53.

Maya, hija vamos adentro salí al jardín para lograr llevarla adentro y juro que mi corazón se derritió de ternura al verla dormida abrazada al peludito de Zeus.

La tomé entre mis brazos y la llevé a su habitación para que descansara mejor. Antes de salir y arreglarme la miré por última vez, es tan pequeña y preciosa, tan malditamente parecida a su madre.

Sacudí mi cabeza con la intención de que esos pensamientos se esfumaran de mi mente.

(...)

Recuerda cuidarla como si fuera tú propia vida, si algo, por más pequeño que sea llega a suceder no dudes en llamarme, ella es tranquila, no creo que te cause muchos problemas, y recuerda que tiene que estar dormida antes de las 23:00le volví a repetir a la chica quién solo movía la cabeza en señal de entendimiento.

Entiendo señor, no se preocupe, cualquier cosa que llegue a suceder usted será el primero en enterarseasiento satisfecho ante su comprendimiento.

Miro por última vez a mi pequeña quién sacude su pequeña manito desde el sofá para despedirse. Le sonrío y hago lo mismo que ella, la saludo con la mano y me retiro.

Ya era hora León, creí que jamás saldríasexagera Marcos al llegar a su lado.

Ya dejá de quejarte y vámonospaso por su lado y me subo en el asiento de copiloto.

Si fuera cualquier otra ocasión iría en mi auto, pero como no sé a qué lugar iremos prefiero ir en el auto de Marcos. Veo cómo le da la vuelta al auto para llegar a la puerta del piloto y montarse en él.

Durante el transcurso del viaje veo cómo pasamos por los suburbios hasta llegar a un pequeño callejón y de esta manera entrando a una calle completamente desconocida para mí.

Venciendo El Dolor [EEG #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora