Venciendo El Dolor [EEG #2]

Capítulo 2

POV Machu

- Quieta he dicho- volvió a gruñir aquel señor.

- ¿En dónde estoy?- volví a preguntar con un nudo en mi garganta.

Desde que desperté me encuentro aquí, no sé cómo llegué, no sé qué fue lo que pasó. No recuerdo nada.

Intenté tragar el nudo que se había formado en mi garganta y quité las lágrimas rebeldes que se me escaparon.

- No importa, ahora ven, camina perra- me jaló de la muñeca llevándome a rastras detrás de él.

Observé detenidamente como nos adentrábamos dentro de unos pasillos. De repente nos detenemos frente a una puerta y él la abre empujándome dentro de esta. Rápidamente mis ojos recorrieron todo el lugar y de la nada me topo con una chica.

- ¿Qu-Qué hago aquí?- pregunté ante su presencia.

Ella no me respondió, sólo abría y cerraba sus ojos. De un momento a otro se encaminó en mi dirección, arrastró una de las sillas que había en un rincón y la colocó frente a un tocador.

- Toma asiento, por favor- con desesperación la miré a los ojos y noté que ella posiblemente tenía más miedo que yo.

Regañándome a mi misma me senté en aquella silla y dejé que la chica hiciera lo que tuviera que hacer.

- Ayúdame- susurré con temor y sin aliento.

- Por favor no insistas,- me responde con desgana- aunque realmente te quiero ayudar no puedo hacer nada, me matarían junto a ti- finaliza y sonríe tristemente mirando mi cabello.

Dejo que unas últimas lágrimas caigan por mis mejillas, con tristeza; dolor e impotencia me levanto de mi asiento y observo mi reflejo en el espejo.

- ¿Qué harán conmigo?- le pregunto mirándome en aquel espejo.

- Te venderán como a todas las otras- responde con cierto titubeo.

Suspiro pesadamente mientras vuelvo a repasar mi plan en silencio, saldré de este sitio a como de lugar, no me importa si salgo viva o muerta, solo quiero mi libertad, saber quien soy, recuperar mis recuerdos, por que se que ahí fuera hay alguien que me busca.

- ¿Quieres salir de este lugar?- le pregunto mientras volteo hacia ella- Realmente no necesitas responder ahora, si tu respuesta es un sí espérame en la salida, a como de lugar sal de aquí, seguramente te encuentre- le sonrío por última vez y salgo de esa habitación con el antifaz en mano.

- Hasta que te dignas a salir maldita perra- pronuncia una voz ronca y me jala del cabello hacía atrás.

Emito un pequeño gemido de la sorpresa y del dolor viendo como aquel hombre colocaba una navaja en mi garganta.

- Camina quietita, si te mueves o gritas te corto la maldita garganta- dice con sequedad y comenzó a guiarme silenciosamente por aquellos pasillos.

A medida que avanzábamos sentía como las ganas de aquel hombre de matarme aumentaban poco a poco. Era tal el punto que mi cuello comenzó a sangrar y un ardor punzante comenzó a invadirme.

- Ten, ponte esto en el cuello y también colócate el antifaz- ordenó fríamente luego de empujarme lejos de él.

Con temblores en mis manos provocados por el miedo hice todo lo que me ordenó.

Esperé impacientemente parada en las penumbras de aquel pasillo a que me dijeran que hacer hasta que sentí como abruptamente me jalaron del brazo.

- Es hora- pronunció una voz masculina.

No dije nada, no emití ni un sonido, solo me deje guiar por aquella mano, caminamos durante unos segundos hasta que en cierto punto se comenzó a escuchar el leve sonido de una música.

¿Qué es eso? ¿Qué harán conmigo?

Eran tantas las preguntas que mi cabeza formulaba, pero ninguna tenía respuesta, solo debía esperar para entrar en ese lugar.

Caminé con ese hombre delante de mí impacientemente, hasta que de la nada siento como mi pie choca con algo, pego un pequeño grito y con los ojos hechos bolas miro al piso.

Allí debajo sallía el cuerpo sin vida de una chica, quizás tenía mi edad o menos.

Rápidamente llevo mis manos a la boca y ahogo un grito desgarrador.

- Eso te pasará si no haces caso- susurra aquel hombre en mi oído, provocando que los pelos de la nuca se me ericen del miedo.

- ¡Todas con antifaz y a hacer la fila ahora!- Grita una mujer de edad avanzada, mientras pasaba una por una para comprobar que efectivamente tuvieran su antifaz puesto.

Era la hora, sería vendida a alguien, era mi fin, o quizás no...

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Hola, bueno pues aquí el segundo capítulo, ese que nunca publiqué, con el cual me perdí y nunca más volví.

JAJAJA Bueno, que decirles, muchas gracias por todo el apoyo que me han dado, se que siempre me termino desapareciendo, miren nomas, me desaparecí por casi un año. Pero estoy de vuelta. Y ahora tengo compu jaja, para traerles más capítulos.

Espero que les haya gustado mucho el capítulo, vi que me lo pidieron en el anterior, dijeron que narre Machu y aquí tienen a Machu.

No nombraré a nadie, pero vi todos los comentarios y en verdad gracias, los quiero mucho, besos y abrazos virtuales, cuídense mucho, no salgan de sus casas sin tapabocas XOXO.