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Un extraño sonido, algo lejano, pero que cada vez se hacía más claro interrumpió su sueño repentinamente.

Wooyoung abrió los ojos reconociendo aquel sonido como el llanto de un bebé.

Y no estaba tan lejano como creyó, a juzgar por el volumen del llanto, el bebé del que provenía debía estar en la habitación de al lado o al frente.

Se paró de la cama matrimonial en la que estaba acostado y se puso sus pantuflas, o las que parecían serlo, y se dirigió hasta la puerta, la cual atravesó y caminó siguiendo el sonido del llanto, el que resultó estar en la habitación de en frente.

Abrió la puerta y se encontró con una escena digna de fotografía, era su bello San con un bebé en sus brazos al cual intentaba calmar y un niño pequeño que no debía pasar de los tres años, colgado de una de sus piernas.

El mareo ocasional de Wooyoung llegó en aquel momento, con el torrente de recuerdos de aquella vida, la cual resultó ser preciosa y la que más le había gustado hasta ahora, la verdad.

Luego de poder tranquilizarse, aunque no le haya afectado tanto el mareo en comparación a otros, caminó en dirección a San, llamando su atención justo al estar a pasos de él.

—Hey —Sonrió San tan brillante como siempre, a pesar de estar cargando a un Jongho bebé todo llorón y de tener a un Yunho malcriado tirando de su pierna.

—Hey... —Sonrió Wooyoung mirando con ternura a su esposo y al resto de su familia.

—¡Papá! —Gritó Yunho emocionado yendo a abrazar a su progenitor.

Wooyoung quiso responder algo como "Hola, campeón", o quizás, "Hola, hijo precioso", pero simplemente las palabras no salían.

¿Qué estaba mal?

Su mente se paralizó y vio todo en cámara lenta repentinamente.

Pudiendo observar la cara de preocupación que San tenía al verlo así.

Pero teniendo una sola pregunta en su cabeza;

¿Acaso no podía decir nada más que un simple "hey"?

hey • wooyoung + sanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora