hey • wooyoung + san

ᵗʰᵉ ᵇᵉᵍᶤᶰᶰᶤᶰᵍ

Lluvia caía del cielo, como si las nubes estuviesen llorando por algo que ocurría, o que llegaría a ocurrir.

En un departamento del centro de Seúl se escuchaban a dos chicos discutir fuertemente, intentando con lo más que podían no herir al otro con sus palabras, solo exponiendo verdades objetivas.

Pero en este mundo ser objetivo es casi imposible, siempre las cosas tendrán un ligero sesgo lo queramos o no. Y en una discusión las cosas que no queremos escuchar por nuestro orgullo o terquedad siempre nos dañaran de alguna manera, a pesar de que la otra persona no lo diga con un afán de perjudicar.

Por lo que cuando Wooyoung escuchó la mención de aquel tema en específico, simplemente no pudo más.

Le gritó unas cuántas barbaridades a San, sin quererlas decir realmente, solo habían salido por impulso, y San lo sabía, pero aún así se sintió ligeramente herido.

Wooyoung salió por la puerta del departamento luego de tomar su chaqueta y San lo siguió por detrás, intentando pararlo, pero Wooyoung no le prestaba atención.

Ya cuando estaban afuera del edificio, con la lluvia torrencial cayendo sobre sus cabezas, Wooyoung se giró a mirar a San.

"No puedes simplemente escapar de todo, San" Dijo Wooyoung con una mirada herida "Es hora de madurar, nuestra relación lo necesita. Yo lo necesito. Te amo como no sabes, más que a cualquier cosa en este jodido mundo"

"Y-yo... también te amo Wooyoung, pero entiende que es difícil para mí, no estoy acostumbrado a esto" Respondió San con una voz llorosa que causó que el corazón de Wooyoung se retorciera de dolor, pero aún así no se acercó al rubio, es más, se alejó un paso hacia atrás. "Wooyoung dame otra oportunidad, esta vez intentaré abrirme más a ti, me costará, y te pido paciencia, pero..." La voz de San se cortó y el miedo cruzó su rostro.

Wooyoung lo miró confundido al notar aquel cambio en San.

Esta vez sí quiso acercarse, preguntarle qué estaba mal, abrazarlo si era necesario.

Pero ya era tarde.

Solo se escucharon unas ruedas chirriantes y el grito lleno de pánico y terror de San al ver al amor de su vida siendo arrollado y lanzado lejos de él por un automóvil fuera de control debido a la lluvia de aquel día.

San se había quedado sin Wooyoung.

Y Wooyoung solo cerró sus ojos.