Si, nada era nuevo. Todo era la misma porquería. Estaba lloviendo y no había una sola persona que pudiera decirle donde estaba su hotel. Habían pasado casi dos horas desde que estaba bajo el toldo de un negocio sin gracia intentando resguardarse de la lluvia, su celular había muerto hace unas ocho calles atrás, y ahora su única compañía era una maleta demasiado grande que estaba cansado de arrastrar y un bolso de mano que usaba de almohadón ocasionalmente cuando se cansaba de estar parado. En otro momento no le hubiera importado correr por la calle y mojarse, no se hubiera preocupado por luego tener todas sus posesiones húmedas, no con tal de llegar al hotel y poder por fin cerrar los ojos aunque fuera por veinte minutos seguidos, pero estaba perdido, y hasta comenzaba a pensar que su hospedaje no existía y que no habían hecho nada más que estafarlo, no le sorprendería, hasta él sabía que algunas veces era un pobre ingenuo. Un par de sucesos que pusieron su vida de cabeza lo llevaron a comprar aquel paquete turístico, y más cuando el sujeto sonriente le dijo que sería un viaje renovador, que le abriría las puertas a otra realidad. Él le creyó todo, le convenía creer que en Tokio la bruma en su pecho se difuminaría, pero hasta el momento lo único que desaparecía en el viento era el humo del cigarro del extraño parado a unos metros de él. Tenía un traje negro, como el de un oficinista, y una expresión molesta en su cara. Le reconfortó un poco saber que no era el único que estaba teniendo un mal día. Suspiro cansado, además de enfadado estaba hambriento, y ya no confiaba en sus instintos para elegir una botana, lo hizo hace un horas y lo que sea que compro sabía horrible.
Miro los faroles que de a poco comenzaban a encenderse, clara señal de que la noche caería pronto sobre su cabeza. Un ligero sentimiento de acongojo se instaló en su pecho, ¿que se suponía que iba a hacer?, pasar la noche en un callejón no le parecía una opción, o mejor dicho, se negaba si quiera a considerarlo, pero teniendo en cuenta como era su suerte tampoco le sorprendería acabar en un sitio peor. Su padre siempre se lo decía; era un debilucho, un ingenuo, y un maldito estúpido. No podían culparlo si aseguraba que estaba en esa posición por su propia culpa, había aprendido que gozaba de una increíble capacidad para arruinarse a sí mismo. Apretó las rodillas contra su pecho y oculto su cabeza en el espacio que la unión creaba, dejando que escondidas las lágrimas rodaran libres fuera de sus ojos. Saber que nadie era testigo de su espectáculo era la única cosa que podía, mínimamente, reconfortarlo esa noche.
—誰も信用しないで
Baekhyun levanto la cabeza de su escondite, mirando hacia el sitio de donde la voz provenía, un hombre mayor de quizás unos 40 años, cabello gris y cansados ojos marrones lo veía desde arriba mientras bajaba las persianas de su negocio. El hombre abrió su paraguas y se alejó calle abajo, fue en una esquina donde se detuvo y se giró hacia él, lo miro por unos segundos antes finalmente desaparecer, por un momento Baekhyun sintió que estaba invitándolo a que lo siguiera, pero no fue hasta mucho después que entendió que quizás estaba despidiéndose. El sonido de llantas frenando súbitamente condujo su atención a otro punto. Tres autos negros se estacionaron frente a un viejo edifico de seis pisos, que lo único que tenia de diferente respecto a los otros tantos que había en el barrio era su descuidado aspecto, cualquiera pensaría que estaba abandonado, pero los hombres de traje que bajaron de los automóviles parecían pensar diferente, cuatro de ellos entraron al edificio, encontró sus aspectos similares al hombre que hace momentos estaba fumando cerca suyo, miro hacia aquella dirección pero el sujeto ya no estaba, y se preguntó hace cuanto no lo hacía. Repentinamente alerta noto que la noche ya había caído por completo en la ciudad, y que por alguna razón además de él y de las personas de los autos negros no había nadie más transitando por el lugar. Alarmas sonaron en su cabeza y se encogió aún más en su sitio, pero no dejo de observar. Había algo en el ambiente, cierta pesadez en el aire que lo inquietaba pero que al mismo tiempo generaba en él la curiosidad necesaria para no permitirle apartar la vista de lo que fuera que estuviera sucediendo en aquel lugar.
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Boca de Algodón
Fanfic「 ❝ A largos sentimientos, largas consecuencias ❞ 」 ↠ Historia completamente mía, no se aceptan copias ni adaptaciones. Se original ↠ Angst ↠ superm/nct ships.