Jungkook es un estudiante de bachillerato que vive en la sombra, sin que nadie le preste atención, salvo su mejor amigo y hermanos.
Pero hay alguien que lo observa con interés: Taehyung, un pelinegro atractivo que no se rinde ante el rechazo.
Taeh...
Namjoon estaba en comedor haciendo tarea, Yerim hacia la comida y Jungkook estaba en el sofá de la sala jugando con su teléfono.
Todo bien, todo tranquilo...
Perfecto, porque no duro por mucho.
Kim Samuel entro a casa dejando sus zapatos en la entrada, no venía solo.
-¡Ya llegué! -entró a la sala donde Jungkook seguía jugando, hasta que escuchó otros pasos además de los de su hermano y volteó a ver.
Samuel miraba a todos lados buscando a su madre con un chico a su lado sosteniendo la mano del menor.
-Sam... ¿Quién es él?
-¿No es obvio? Es mi novio, hyung. Lo que se ve no se pregunta -volteó los ojos mientras su novio solo se reía de la cara de Jungkook.
-¡¿QUEEEE?!
Los tres voltearon hacia dónde estaba el comedor, Yerim estaba bufando como toro por la nariz mientras miraba fijamente al chico que estaba junto a su pequeño bebé. Namjoon para ignorar el escándalo, vínculo sus airpods al teléfono, puso música aleatoria y siguió trabajando.
-Jeon Samuel ¿Qué significa esto?
-Mamá, te presento a mi novio... Wen Junhui.
-Buenas tardes, es un placer conocerlos -hace una reverencia ante la familia y se endereza sonriendo, totalmente normal- Samuel me he contado mucho de ustedes.
-Espero que cosas buenas ¿No? -Yerim alzó una ceja mirando a su hijo menor, Sam evitó su mirada y asintió.
-Bueno... ¿Te quedas a comer? -Jungkook observa al chico de pies a cabeza, era lindo.
-No quiero incomodar, solo vine a dejar a Samuel y a conocerlos.
Samuel solo sonríe y ríe, pero trata de esconderlo con su mano.
¡SE VIENE EL FIN DEL MUNDO!
-Nam, ve preparando tus plantas, se viene el apocalipsis -sacudió el cuerpo de su hermano mayor sin dejar de ver a la pareja.
-Iré por mi kit de jardinería, tú ve cavando una guarida subterránea -se quitó los airpods y corrió al patio, Jungkook le siguió detrás.
Yerim bajo la cabeza colocando su dedo índice y pulgar en el puente de su nariz tratando de detener la migraña que estaba por darle.
Ella debía criar a jóvenes inteligentes e independientes, no a un montón de tontos e inútiles.
-Señor dame paciencia o acabaré con ellos de un taconazo.
La pareja solo miraba la escena aún con las manos enlazadas, uno suspira y el otro sonríe.
-Tu familia es muy divertida.
-Si, literalmente somos el circo completo.
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