CAPÍTULO 19

1K 102 0
                                    

*Capítulo 19*

Trate de no gritar y no armar un show donde no lo había, pero se me hacía difícil la tarea cuando la madre de Logan me miraba como si fuera una ladrona.

Cuando el almuerzo terminó, Carol se despidió de ambos, de Logan con un abrazo y de mi con otra sonrisa falsa.

— Tu madre me odia— digo una vez que estamos en el auto.

— ¿Qué?— me mira sonriendo— Claro que no te odia.

— Si, lo hace— miro hacia la carretera— Solo que voy hacer como que no me doy cuenta.

— No te odia— coloca su mano en mi muslo y lo aprieta— Además, tienes que gustarme a mi, no a mi madre.

— Es bueno saber eso— le sonrío.

Cuando el auto se detiene frente a mi edificio, lo que habita mi mente sale de mis labios sin previo aviso.

— ¿Por qué le dijiste a tu madre que era tu novia?— cuestiono y él mira mis ojos.

— ¿No lo eres?— Cuestiona divertido.

— No lo sé— me encojo de hombros— ¿Quieres que sea tu novia?.

— ¿Quieres ser mi novia?— cuestiona y luego ríe porque entiende lo que acabo de hacer.

— Si tanto insistes— sonrío y pasa un mechón de mi cabello tras mi oreja.

— Estás loca.

Captura mis labios entre los suyos y mi mano acaricia su mejilla.

— ¿Quieres subir?— pregunto con los ojos cerrados.

— Tengo que ir a la empresa— murmura y presiona sus labios en mi mejilla— Tengo que firmar unos papeles.

— Bueno— vuelvo a besar su boca y me alejo— Nos vemos.

— Adiós.

Salgo del auto y me dirijo al edificio.

No salió tan mal. Excepto en la parte en la que me miro como un bicho raro.

Ruedo los ojos y para terminar de subir las escaleras e ir a mi casa y dormir hasta mañana.


— ¡Dame eso!— grito mientras corro detrás de él por todo el patio— ¡Andy, deja de ser tan infantil!.

— ¡Vamos, Sol!— grita y sigue corriendo— ¡Eres lenta!.

Impulso más mis pies y salto sobre él lanzándonos a ambos al suelo, empiezo a tirar de su cabello.

— ¿Por qué eres tan estúpido?— pregunto y golpeó su rostro.

— ¡Basta!— sostiene mis manos— ¿Por qué tanto estrés?.

— Es mi teléfono— hago énfasis en cada palabra— No te importa lo hay en él.

— Eres violenta— dice empujándome y poniéndose de pie.

— Idiota— murmuro y me levanto para entrar a la casa.

Busco mis Converse azules y me los coloco, sujeto mi cabello en una coleta alta.

— ¿Ya te vas?— cuestiona Andy llegando a mi lado.

— Si, tengo que hacer algo en el trabajo— beso su mejilla— Te amo.

— Yo más.

Salgo de la casa y comienzo a caminar en dirección del centro, está un tanto lejos pero no quiero tomar un taxi y me apetece caminar.

Mi teléfono suena y Logan interrumpe mi camino.

— ¿Si?— contesto y trato de cruzar la calle.

— ¿Dónde estás?— cuestiona directamente. Tan serio como siempre.

— ¡Hola, Sol!. ¿Cómo estás?— hablo con voz chillona y estoy casi segura de que está sonriendo.

— Hola, Sol— ahora sí saluda.

— Que lindo se siente saludar— digo y escucho su risa al otro lado.

— ¿Dónde estás?— pregunta nuevamente.

— Tratando de llegar al centro y no morir en el intento— me quejo y esquivo a las personas que parecen estar locas hoy— ¿No deberías estar trabajando?.

— Si, pero ya salí de mi reunión— dice.

— ¿Quieres que te visite?— le pregunto.

— Si quieres— aclara— Te espero.

— Nos vemos— cuelgo y desvío mi camino.

Por suerte no estaba tan lejos, solo caminé dos cuadras arriba y llegué a Coleman Company.

Entro y una pelirroja con una gran sonrisa me recibe.

— Hola, ¿Puedo ayudarte en algo?— pregunta amablemente.

— Eh, si. Busco a Logan— digo y ella asiente.

— Un momento— toma el teléfono local y lo coloca en su oreja— Señor, lo solicita la señorita...

— Sol— respondo.

— La señorita Sol— dice y asiente, busca en su escritorio el pase de visitante y me lo entrega— Puedes subir, el piso quince. Es en la única puerta que está allí.

— Gracias— sonrío y ella hace igual.

Camino en dirección del ascensor y este se encuentra vacío, por lo que me es más cómodo.

Nunca me han gustado está clase de lugares, he ido muy pocas veces al bufete en el que trabaja mi padre y eso a él le fastidia.

Creo que fue por la crianza que tuve, el ver cómo menospreciaban a mi madre por ser madre soltera y trabajar para darme lo necesario, ver cómo las personas de alto nivel nos miraban como si fuéramos la peor cosa del mundo.

Me molesta y demasiado.

Cuando llego al piso quince, bajo del ascensor y efectivamente el piso está completamente vacío, solo una de cristal polarizado se encuentra ahí.

Niego, este hombre es único.

Me acerco a la puerta y toco con mis nudillos.

Un pase de su voz me hace sonreír y abro la puerta para encontrarlo como el rey que es.

El rey del frío, del invierno. El rey del hielo y del fuego mismo.








.

.

.

¡Nuevo capítulo!

¿Que les pareció?, los estaré leyendo y respondiendo dudas (recuerden que falta poco para el final de la primera parte).

¡VOTEN Y COMENTEN MUCHO!

Invierno de fuego [Fríos I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora