¡Cumpleaños G!

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Bajé de las escaleras ante los llamados de mi hermano diciendo que el almuerzo estaba listo.

Ayudé a preparar la mesa y me senté junto a mis otros hermanos.

Todos charlaban de cosas triviales a la  vez que comíamos, mientras que yo me encontraba algo aislado esperando escuchar una felicitación antes de irme de casa y pasar el resto del día con Palette.

Pero en el almuerzo nadie me saludó, parecía como si lo hubieran olvidado.

Tal vez yo me había confundido de día, pero al ver el almanaque me di cuenta de que no, de que ellos lo habian olvidado.

Está bien, lo entendía, éramos muchos y no nos íbamos a acordar del cumpleaños de todos, además que nuestros padres estaban muy ocupados.

Pero mentiría si dijera que no me dolió, cuando sí, sí lo hizo.

Ni siquiera sabía si Palette lo recordaba porque está salida era una de las normales según él, no dijo que sería por mi cumpleaños o algo así. Ni siquiera sabía a donde íbamos a ir porque surgió de la nada.

Fue tipo: "Oye salgamos el 2 de  febrero. No sé donde, pero salgamos" y yo acepté.

Suspiré y me cambié antes de que mi amigo llegará por mí. No tenía que bañarme, ya que, me bañé antes, hoy a la mañana.

Me eché perfume y lo esperé sentado en el sillón de la sala de estar hasta que finalmente llegó.

Traía una remera blanca con destellos de algunos colores, un pantalón vaquero junto a sus zapatillas blancas, su gorro que siempre usaba y una mochila marrón. Algo sencillo, pero se veía bastante bien.

En cuanto a mi, una campera liviana negra con algo de rojo, junto a unos pantalones negros y mis zapatillas grises. Algo cómodo.

— ¡Gothy! —fue lo primero que me dijo a la vez que me abrazaba.

Sabía que haría eso.

— Hola, Pally —correspondía a su abrazó y luego nos separamos—. ¿Qué me cuentas? ¿A dónde vamos? —le pregunté mientras él hacia un portal, nos adentramos en el y lo volvió a cerrar.

Observé al rededor sólo para encontrarme con personas en el lugar y unos negocios, dándome a entender que estábamos en el centro.

— Vamos a uno de esos lugares de juegos, la verdad no me acuerdo como se llama, ¿y tú? —traté de hacer memoria por él, pero ni siquiera yo sabía el nombre, así que sólo me encogí de hombros y él sonrió—. No importa, lo que importa es que vamos allí, jugaremos y te ganaré un millón de veces.

— Ya te quiero ver, p€nd€j# —le reté y así surgió una charla de quien era mejor junto a unas cuantas bromas por allí.

Habían demasiados juegos en donde podíamos competir.

— ¿Y si jugamos al pool? —dijo la última palabra como Moni Argento, provocandome una risa ante lo impredecible que él podía ser a veces.

— Lamento descepcionarte, pero no sé jugar a eso —le dije con sinceridad sin borrar mi sonrisa.

— No te preocupes. Aquí está el señor Roller para enseñarte. —me dije y nos dirigimos a la mesa de pool que, por suerte, estaba vacía.

— Oh, wow. No sabía que eras un profesor. —le dije mientras tomaba uno de esos palos con los que se juega.

— Hay muchas cosas que no sabes de mi, Goth —rodeé los ojos y él se puso detrás mío luego de acomodar las pelotas.

— Mira, lo que debes hacer es apuntar con el palo a la pelota blanca y tienes que meter las pelotas en los agujeros.

One-Shots [Poth]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora