One-Shots [Poth]

Al fin

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En donde Goth quiere confesarle algo a Palette.

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Goth suspiró decidido a contarle todo a Palette, se había preparado para hacerlo y al fin se sentía listo para dar el paso.

《¿Podríamos quedar el domingo?》le había dicho él, asi que ahí estaba, repasando lo que le iba a decir en persona. Palabras tan faciles, pero que le costaba mucho decir.

—¿Gothy? —aquella voz hizo que todo su valor se fuera lejos, y aunque moría de nervios fingió normalidad.

—Pally... —fue lo único que su voz pudo soltar. Hacia tiempo que no lo veía, ya que el menor se la pasaba ocupado al igual que él con la universidad.

Lo miró con cuidado, observando su vestimenta. Lo normal, gorra marrón oscuro al igual que sus pantalones, su campera azul, sus ojos, sus zapatillas azules y sus ojos junto a esa sonrisa... se veía bien...

—Te extrañé mucho —fue lo que dijo mientras lo abrazaba—. Cuentame todo —dijo con esa emoción que tanto lo caracterizaba—. Mientras tanto, ¿qué tal si damos un paseo? —Goth asintió, eso le ayudaría a relajarse—. Así que, cuentame como te va en la universidad —sacó un tema a flote, pues notaba a Goth algo... callado. Más raro de lo usual.

Y sí, Goth se estaba muriendo de los nervios, solo que aparentaba estar serio.

—Bueno... Por suerte las calificaciones van muy bien —pensó en voz alta—. Aunque de vez en cuando tengo complicaciones —admitió sin despegar su vista del camino en el cual estaban caminando.

—Me alegro mucho —le sonrió—. ¿Te parece ir al parque que está cerca de aquí? —preguntó mientras Gogh asentía—. Bueno, volviendo al otro tema, no me va tan bien en la escuela, tuve unos cuantos problemas, ¿sabes? —Goth prestó atención a sus palabras.

—¿A qué te refieres? —Palette se avengonzó por el tono preocupado del otro.

—No es algo por lo que debas preocuparte —negó con su mano—. Habló de problemas normales... Como matemática y eso —soltó una risita que dejo encantado a Goth—. Solo eso.

—Sabes que si tienes algún problema, me lo puedes contar —dijo Goth.

Se conocían desde hace años, debía de haber confianza allí, ¿no?

—No quiero ser una molestia. —admitió y Goth negó.

—No digas esas cosas, tú jamas serás una molestia para mí. Después de todo tú me sacaste adelante de muchas maneras, lo mínimo que puedo hacer es ayudarte. —dijo ya más calmado. Palette simplemente le brindó una sonrisa.

—Gracias, Gothy. —agradeció el menor. Caminaron juntos con sus manos rozandose y que, por cuestiones de la vida, no se las podían tomar.

Hablaron de cosas triviales, pero había algo raro y ambos lo notaron. Algo pasaba y no querían hablarlo, pero ya se hacían una idea.

—¡Mirá! —exclamó Palette feliz mientras pasaban por el puente—. ¿Te acuerdas? Cuando me regalaste ese osito —Goth se sonrojó ante la mención.

Lo recordaba perfectamente, era San Valentín y Goth no dudó en regalarle un peluche a Palette, cuando lo vio mal. Curiosamente, a la vez, fue una de sus primeras indirectas a Palette sobre su amor, pues Goth no paraba de pensar en que ese era un lindo gesto de pareja.

Al final, el oso no hizo sonreír al menor, sino como se lo dio, ósea, a travez de una caída. Fue muy vergonzoso.

—Fue... muy lindo de tu parte, el preocuparte así por mi —murmuró audiblemente mientras miraba el mar. Goth se puso a su lado a contemplarmo también.