El peligro de ver una sirena. [Geraskier]

IV

Saliendo a la superficie, Jaskier peina su castaño cabello hacia atrás, lejos de su rostro. Sonríe cuando ve a Roach cerca de la cabaña y se pregunta si Geralt estará dentro. Esa mañana, a diferencia de otras, el brujo no había salido a su encuentro. El tritón imaginó que estaría ocupado o que no estaba, así que decidió regresar hasta la tarde.

—¿Geralt? —llamó, pero sólo logró la atención de la yegua, quien le reconoció y se acercó. —¿Geralt esta en casa, Roach?

Sin recibir respuesta del animal, un fuerte e inesperado ruido proveniente de la cabaña le asustó. Otros ruidos de cosas cayendo y gruñidos le siguieron, causando mucha curiosidad en el tritón además de ganas de ir a ver, sólo que no podía.

—¿Geralt? —volvió a llamar Jaskier sintiéndose algo ansioso. Aquellos ruidos le habían preocupado, si era Geralt, ¿por qué aún no salía a verle? ¿Estaría bien?

Cuando los minutos pasan y nada ocurre, Jaskier se desespera; ya empezaba a oscurecer, los ruidos en la cabaña le dejaron pensando mucho y Geralt no aparecía. ¿Y si estaba lastimado por algo?

Mirando a todos lados no sabe qué hacer, se siente tan impotente, quiere asegurarse de que todo este bien, de que Geralt este bien, es el primer amigo que tiene y no quiere perderlo tan rápido, menos si sabe que puede hacer algo.

—Aunque puede no ser nada. — intenta convencerse, pero realmente no es muy convincente con él mismo. —Al diablo. —suelta antes de hacer lo que jamás creyó hacer en su vida; salir por completo del agua.

Con mucha dificultad, fuerza de brazos y movimientos de su cola, logra salir del agua para arrastrarse por la tierra. Se toma un momento para respirar por el esfuerzo, pero cuando ya está listo, se mueve hasta la puerta trasera de la cabaña. La tierra y las rocas lastiman su cola, pero unos pequeños rasguños no son nada. Cuando logra empujar la puerta y abre, Jaskier pierde el aire al ver a Geralt tirado en el suelo, cosas caídas y rotas a su lado.

Cuando se impulsa con sus brazos para llegar al brujo, el tritón no se da cuenta y un vidrio se incrusta en su cola.

—Agh, maldición. —se queja Jaskier girando para sostener la zona lastimada. Esta sangrando un poco, pero no es nada comparado con Geralt, quien necesita su ayuda en ese momento. No sabe que tan letales son las heridas o si tiene el tiempo contado, así que se puede preocupar de él mismo más tarde.

[...]

Cuando Geralt despierta se siente algo mareado y confundido, mira a los lados y esta en la cabaña pero no recuerda cómo llegó allí. Ahora está en la cama con una toalla húmeda en su frente, la cual quita para sentarse, lo que parece un error porque su pecho duele por las heridas en él. Maldición, que casi olvida que estuvo a punto de morir por el ataque de una criatura en el bosque.

El brujo había salido a explorar un poco los alrededores para trazar un camino antes de irse y en el camino de regreso, una inesperada criatura apareció comenzando una pelea de la cual Geralt de Rivia salió ganando, pero muy herido.

Tocando su pecho, baja la mirada y encuentra un vendaje un poco flojo y mal puesto. Tiene también una clase de crema en las heridas. Mirando a los lados, intenta buscar a quien le a ayudado, pero sólo encuentra una gran cantidad de vidrios rotos en una esquina y... un camino de sangre.

El piso esta lleno de sangre, marcas como si alguien herido se hubiera arrastrado de un lado a otro. Geralt se preocupa y bajando de la cama, sigue la sangre hasta...

—¿Jaskier? —se alarma el brujo de cabello blanco cuando ve al chico mitad pez en la pequeña pileta de madera. El tritón tienen los brazos cruzados sobre el borde, su cabeza sobre ellos y la cola apenas cabe en el pequeño espacio con agua. Tropezando por las heridas, llega hasta sentarse en el banco al lado de la pileta. —Hey, Jaskier. —Geralt empuja un poco su cabeza, alzándola para poder verlo. Sin fuerzas, el chico enfoca su vista en él, tiene las mejillas rojas y esta caliente. —Maldición. — gruñe, dejándole para levantarse y buscar algo de fuego para iluminar el pequeño lugar.