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Luego de pelear contra un Barghest, un gigante perro de pelaje oscuro que se alimenta de viajeros extraviados, Geralt de Rivia se toma un momento para respirar y pensar mientras sus heridas sangran.

Ha estado caminando de aquí para allá sin rumbo, salvando personas que al final le desprecian por lo que es; peleando en batallas que no le incumben o afectan después de todo, derrotando monstruos por unas cuantas monedas.

Es un brujo inmortal, no tiene un verdadero propósito en su vida más allá de lo que siempre hace y sin embargo, es ahora apenas manteniéndose en pie, que cree es un buen momento para un descanso de su día a día de ir de un lado a otro resolviendo problemas ajenos.

Tropezando en el camino, sangre saliendo de su boca, es seguido por Roach a través del espeso bosque donde fue su pelea con aquel enorme perro que intentó hacerlo su merienda.

Apoyándose en los árboles, Geralt gruñe y maldice cuando algún corte en su cuerpo arde, presiona la herida y aprieta sus dientes. Usualmente es más resistente a las heridas que se hace en pelea, pero el Barghest no es cualquier monstruo, sus enormes garras están llenas de veneno.

Debe encontrar un lugar dónde atender las heridas por él mismo o morirá, quizás. Pero para su suerte, un poco más adelante, de alguna forma consigue una pequeña cabaña pérdida en la montaña. Tenia pinta de haber estado abandonada, pero con bastante uso reciente.

Esperando que no haya nadie en ese momento, Geralt se arrastra hasta la cabaña; la puerta abre fácil, todo dentro esta lleno de una pequeña capa de polvo que demuestra la ausencia de personas. Hay yerbas secas colgado en la ventana y en frascos sobre un estante; seguro el lugar perteneció a un curandero, lo que significa que debe de haber un pueblo cerca de aquel lugar perdido en el bosque.

Sin hacerse esperar, Geralt se deshace de sus espadas llenas de sangre, de su armadura y de su ropa manchada con rojo. No es un experto tratando heridas, pero algo ha aprendido de todas las anteriores que a tenido. Buscando por el lugar, consigue lo que necesita y atiende los cortes más graves.

Luego de un rato y con las heridas vendadas, el brujo se toma más tiempo para recorrer el lugar. Hay una puerta trasera que lo lleva a un pequeño claro rodeado de árboles, con una espesa alfombra de musgo y suave césped. Bajo el sol, se encontraba gran parte de un lago y una suave cascada varios metros más allá. Por lo visto era lo que alimentaba el lugar. Montones de pequeñas flores blancas bañando la rivera del agua.

Admirando todo el lugar, Geralt piensa que puede tomarse unos días mientras sus heridas se curan.

[...]

Ese mismo día, Geralt va en busca del pueblo más cercano por algo de comida para los días que se quedara en la zona. Encontrando un camino que baja y le lleva fuera de las montañas, se topa con uno de los tantos lugares costeros del Continente.

Cabo Barwen, el pueblo pesquero más visitado por piratas que van de paso.

El brujo camina entre la gente que como en cada pueblo, se le queda viendo. No le da importancia y se acerca a los puestos de venta, necesitará comida si decide quedarse en aquella cabaña por un tiempo.

—¿Has venido también por la criatura? —le pregunta la mujer del puesto donde Geralt esta comprando. Ella, a diferencia de todos allí, no le ve con miedo. En realidad, le regala sonrisas amables.

—¿Qué criatura?

—Así que no sabes. —ella se ríe un poco, mientras empaca lo que el hombre a comprado. —Del otro lado de la costa al parecer hay una criatura que esta dificultando la pesca, incluso ataca los barcos de los piratas que vienen de ese lado. El jefe del pueblo esta dando una recompensa a quien se deshaga de él.

El peligro de ver una sirena. [Geraskier]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora