Alexandra

Prólogo

Entré en mi habitación y me senté enfrente del escritorio, encima del escritorio había otro dibujo de ella. Otro más para los cientos de dibujos que tenía de ella, de acuerdo, no eran cientos de dibujos, pero eran muchos. Demasiados.

Contemplé una vez más aquel dibujo, era ella otra vez. Tenía una melena negra, tan negra como la tinta, le llegaba hasta la cintura, era delgada, de tez pálida, y su rostro, oh, su rostro. Tenía unas facciones suaves que la hacían hermosa. Ella era hermosa, con esos ojos grises y unas pestañas largas y rizadas. Sus labios, carnosos, parecían suaves, incitaban a besarlos.

Aparté la mirada del dibujo. No, esto definitivamente no era normal, para nada, no lo era. No creo que fuera muy normal que un adolescente de 16 años, casi 17, dibujara sin cesar a aquella chica. ¿Estaba loco? ¿Por qué no podía parar de dibujarla? Ni siquiera sabía quién era ella. Desde hacía un par de meses no había parado de soñar con ella, la tenía en mi cabeza todo el día, y no sabía por qué. Cada vez que tenía un lápiz a mano y un hoja en blanco delante de mí, cuando el lápiz tocaba el papel, casi sin pensarlo, como un acto reflejo, me ponía a dibujarla a ella. ¿Por qué? No lo sé.

Me llevé las manos a la cabeza y decidí que ya era demasiado tarde para seguir despierto y pensar en esas preguntas que jamás tendrían respuesta. Me levanté de la silla giratoria en la que estaba sentado, y me dirigí a la cama. Me tumbé, cerré los ojos y me dormí.

Desperté. No, no estaba despierto, era un sueño. El mismo, siempre era el mismo. La vi a ella. como de costumbre, llevaba un vestido negro, caminaba descalza por la arena, estábamos en una playa. Dio media vuelta, me miró y sonrió.

-¿Por qué siempre estas en mis sueños y no puedo parar de dibujarte? -pregunté yo. -¿Quién eres?

Ella desapareció de mi vista, y todo se sumergió en la oscuridad. Eso era extraño, nunca había pasado en mis sueños. Miré en todas direcciones, pero solo veía oscuridad por todas partes.

-¡¿Quién eres?! -volví a preguntar, esta vez con más insistencia.

La respuesta no tardó en escucharse.

-Alexandra... Alexandra... Alexandra...

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Hola! Aqui esta el prólogo de mi nueva historia: Alexandra. Se que es corto pero... ¿Os ha gustado? ^^

Se me acaba de ocurrir hace bien poco la historia. Esta no era la historia inicial que tenía pensada, ya tenía el prólogo de esa historia, pero... no me convencía del todo. Y de repente... BUM! Se me vino esta historia a la cabeza y dije: Humm... me guusta xD Y no sé, todo depende de vosotr@s, si os ha gustado, decidmelo y me pondré las pilas con el capítulo 1 ;)

Espero vuestros comentarios y votos :)

Muchísimos besos!

~Vicky~