Afraid (WooSan)

XII

*suponiendo que pasaron 2 semanas desde el cap anterior*.

San lo había decidido, el próximo fin de semana le pediría a Wooyoung que fuese su novio, ¿coincidencia que sea 14 de febrero? No lo creo, quería que fuese especial, inolvidable pero simple.

Se lo iba a pedir en el cuarto, su lugar, con un ramo de rosas y con collares de pareja, estaba emocionadisimo, ahora que tenía claro que Wooyoung estaba perdiéndose en él, como el lo hacía con Wooyoung, no tenía dudas, estaba sintiéndose el ser humano más feliz y pleno, la juventud después de todo es la mejor etapa de nuestras vidas, dicen.

Después de esa noche, no se despegaban, ni siquiera cuando estaban los miembros, ellos pensaban que era meramente skinship pero ambos sabían que no era así, era amor, entregado puramente.

Abrazados, enredando sus dedos, en su cuarto, se podían acostar en la cama y se observaban por horas, apreciando la belleza del otro, podían ver la saga de harry potter abrazados, leer libros, besarse con ternura, mirarse de nuevo, acurrucarse y dormir, ir juntos a las prácticas y reuniones, hablar hasta la madrugada de sus vidas, era todo precioso como si fuera un sueño.

Por eso San no tenía dudas, Wooyoung era su otra mitad y nadie podía decirle lo contrario, su conexión no era de este planeta y no creía que hubieran personas más compatibles que ambos.

Así comenzó a avanzar la semana, San comenzaba a ponerse nervioso, no tenía dudas pero Wooyoung era demasiado impredecible, sólo esperaba el sí, sabía que no era una propuesta matrimonial pero era el noviazgo con quien el creía amor de su vida.

- Mm, Wooyoung-ah ¿cuál es tu chocolate favorito?

- pff, jaja qué pasa, ¿me quieres regalonear?. Preguntó dejando un casto beso en los labios del otro mientras estaban en su terapia, de "observó tu belleza en silencio".

- Sí.

- Mmm "Carezza" se llama, ¿y el tuyo?

- "Trencito".

- JAJA lo comía cuando era niño.

- Nunca lo superé.

- Ya veo...

- ¿Qué- que harás este fin de semana?. Preguntó nervioso San.

- Nada, supongo. Esto diciendolo tímidamente.

- Vale.

- ¿Qué pasa San?

- Nada. Respondió sonriendo.

- Por qué me miras así. Preguntó avergonzado tapándose el rostro. -Por qué me miras así San-ah...

- Porque ¿me gustas?

- Uff

- Porque ¿eres el ser humano más hermoso que mis ojos hayan visto?

- AJAJAJA para!

- Porque siento que si no te veo ¿mi vida se acorta?

- JAAJAJAJ YA SHEAKSPEARE, suficiente.

- Te amo. Estas palabras no eran para nada esperadas por Wooyoung, quedó en blanco,marcando ocupado, impresionado, no podía dirigir lo que le había dicho San.

- Q-q-qué?

- Eso.

- San-ah eso es-

- Lo sé, no te estoy pidiendo que me respondas de vuelta tonto, sólo quería que los supieras, que si esto no es estar enamorado no sé que podría ser.

Wooyoung sólo lo observó sin palabras, había tanta sinceridad en él, San transmitía tanto que Wooyoung se sentía colapsar, definitivamente le diría, este fin de semana y le entregaría todo a él, era su ángel después de todo, su amor. Con esto en mente, sonrió y se acercó para besarlo con ternura y confianza.

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El domingo sería el día, y ambos estaban nerviosos, ya era sábado, San ya tenía todo preparado, sería maravilloso y Wooyoung ya había practicado por centésima vez en el espejo del baño lo que le tenía que decir a San, cada vez que lo hizo su corazón se apretujo, ya que no tenía respuesta, y eso lo preocupaba causándole una ansiedad que sólo se iba con el abrazo de San al dormir.

Todo saldrá bien ¿verdad? Porque estamos destinados, porque somos el uno para el otro, porque nuestro amor se siente en el aire. Preguntó en su subconsciente San.

Todo saldrá bien ¿verdad? No me rechazará, me entenderá ¿verdad? Porque estamos destinados. Preguntaba de la misma manera un asustado Wooyoung.

Ambos abrazados, ese sábado se durmieron con esas preguntas en mente, ansiosos, deseosos y con un poco de miedo de qué sería lo que les depararía al siguiente día.

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*Domingo 14 de febrero*

Ambos se levantaron a la hora de siempre, se ducharon, fueron a el comedor del lugar a tomar desayuno con sus compañeros de grupo y volvieron de nuevo al cuarto.

San le dijo a Wooyoung que debía hacer una diligencia, por lo que volvería como en una hora aproximadamente, para que no lo echara de menos, esto con una sonrisa coqueta como siempre. Se despidieron con un beso, no sabiendo que este sería probablemente el último de su hermosa, corta pero intensa historia hasta ahora.