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"Parece que ya no vendrá

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"Parece que ya no vendrá..."

Se permitió expresar su profunda tristeza por medio de un suspiro, mientras que, tal como un perro, miraba con esperanzas la entrada de aquella solitaria vivienda, esperando con ansias que aquella persona que tanto apreciaba y deseaba hiciera notar su presencia en algún momento.

Yerim y Yeojin habían ido a visitarla en las horas de la tarde, logrando así que Hyejoo dejara de lado su tristeza por un tiempo. Su alegría fue mucha al ver cómo sus dos mejores amigas se habían llevado tan bien y le habían cogido tanto cariño al pequeño Husky, hasta el punto de querer quedárselo para ellas. Ahora que se encontraba sumergida en la insoportable soledad de su casa, simplemente se limitó a echarse en el sofá al lado de su fiel compañero, dejando que, una vez más, aquel salado e incoloro líquido escapase por sus ojos sin señales de cesar en cualquier tiempo cercano.

"Al menos te tengo a ti."

En un intento de sonreír, arqueó sus labios mientras que miraba con cariño al pequeño animal que se encontraba durmiendo tan tranquilamente a su lado.

Comenzó a llorar aún más fuerte al recordar que, aquella persona que tanto amaba, había sido la que le había dado tan significante regalo, un regalo que sin duda le iba a acompañar por los próximos años de su vida. El dolor en su pecho aumentó aún más al darse cuenta de que el inevitable recuerdo de Chaewon la acompañaría por el tiempo que conservara a Ollie con ella.

El pensamiento de ver alguna película o hacer algo para olvidarse de todo simplemente se quedó en su mente al no tener la fuerza suficiente para levantarse del sofá. El pesado silencio del lugar, las lágrimas saliendo de sus ojos, la escasez de luz y la soledad que se tornaba cada vez más abrumadora, le traía recuerdos de la muerte de su hermano hacía nada más un año. Las innumerables veces que trató de quitarse la vida sin éxito alguno, los interminables deseos de simplemente desaparecer y ser completamente olvidada por todo el mundo, aquel horrible sentimiento de culpa que no la abandonaba; todos aquellos recuerdos surgían en su mente de nuevo. Entre tantas cosas malas, lo único que pudo hacer fue encogerse y seguir llorando, repitiéndose a sí misma lo mucho que odiaba estar respirando aún.

Jamás pensó que sus deseos de morir volvieran, pero tampoco es como si pudiese hacer algo; se había rendido completamente y la verdad, no tenía esperanzas de mejorar. Le había dado una segunda oportunidad a la vida y había salido mal, de nuevo.

En medio de todo el desastre que eran sus pensamientos, no logró darse cuenta de que el pequeño animal que hace unos segundos se encontraba a su lado ahora se encontraba en frente de la puerta, agitando su pequeña colita de lado a lado mientras que emitía pequeños chillidos. Con ambas manos ejerció presión sobre sus orejas, queriendo ignorar el insistente ruido del timbre de su casa.

Segundos después, el sonido de la puerta siendo abierta seguido de los fuertes ladridos del pequeño canino fue lo que llamó su atención. Apoyándose con sus brazos levantó su torso rápidamente, logrando observar la figura de una persona en frente de ella.

My favourite pianist. [HyeWon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora