Chaewon vio por primera vez a Hyejoo tocar el piano en la sala de música, despertando cierto interés por ella. Hasta que un día, Hyejoo dejó de aparecer.
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Chaewon se despertó repentinamente, respirando un poco más rápido de lo normal. Puso su mano en su pecho, notando su pulso notablemente alterado. Además de eso, su frente estaba cubierta en una delgada capa de sudor. Después de apagar su alarma, se dirigió hacia su baño e inmediatamente lavó su rostro con agua helada, tratando de calmarse un poco.
Salió de su habitación y se dirigió hacia la cocina, para abrir el refrigerador. Tomó una manzana y se dirigió de nuevo hacia su habitación. Luego de llegar a casa, lo primero que hizo fue ir a dormir, así que estaba hambrienta; necesitaba comer algo.
El día anterior, Chaewon había ido a casa de Yerim. También fue Yeojin, e incluso Hyejoo; fue algo así como una pijamada, pero simplemente terminaron jugando videojuegos toda la noche. Cerca de las cuatro de la mañana, los ojos de Chaewon comenzaban a cerrarse lentamente, y sin poder evitarlo, cayó completamente dormida en la cama de Yerim. Cerca de unas cinco horas después, despertó. La oscuridad de la noche había desaparecido, y en su lugar, los resplandecientes rayos de luz del sol entraban por la ventana de aquella habitación.
Comenzó a abrir sus ojos lentamente, aún sin hacer ningún movimiento. Al abrirlos completamente, no sólo notó que se encontraba sola con Hyejoo, sino que también pudo observar la esbelta figura de la menor al frente suyo. Inmediatamente, volvió a cerrar sus ojos.
Chaewon no tardó en sentir su rostro y sus orejas ardiendo, así que cautelosamente, agarró la manta que la cubría y se tapó completamente. Se le hizo difícil respirar a causa de la falta de oxígeno en aquel reducido espacio, pero no iba a dejar que Hyejoo notara su enrojecido rostro.
A eso de las diez de la mañana, Chaewon regresó a casa.
Tratando de no hacer mucho ruido para no despertar a su madre, entró. Inmediatamente, se dirigió hacia su habitación. Además de que aún moría de sueño, la imagen del plano y levemente marcado abdomen de Hyejoo no lograba salir de su cabeza, la estaba volviendo loca. Tal vez durmiendo sacaría aquella imagen de su mente, ¿no?
Eso era lo que Chaewon pensaba, pero en vez de arreglarlo, terminó empeorándolo aún más. Se maldijo a sí misma por haberse despertado en aquel momento.
Tratando de despejar su mente, abrió YouTube. Ver videos de gatitos siempre funcionaba para cualquier cosa, ¿verdad?
Pero como era perseguida por la desgracia, justo en aquel momento, recibió un mensaje de Hyejoo.
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