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_•Celos•_
-¿Estás borracho? -preguntó México, retrocediendo a cada paso que daba el ruso.
-Te extrañio~ -habló el Ruso, acercándose peligrosamente al mexicano, acorralandolo a cada paso.
-Rusia, nosotros ya no somos nada, y lo sabes muy b-bien -habló lo más seguro que pudo, tratando de ocultar el miedo que tenía.
El ruso solo se acercó el mexicano, de verdad quería hablar con él, pero era tan cobarde desde que lo dejó, que ya ni siquiera confiaba en sí mismo, así que, tomó tanta vodka que pudo, y se dirigió al hotel donde se encontraba el mexicano, lugar que descubrió gracias a Perú, quien quería mucho a su primo, pero también quería que estuvieran juntos.
- Я скучаю по тебеМексика -habló el ruso.
-R-rusia, sabes que no te entiendo cuando hablas en ruso.
- когда я встретила тебя, я знала, что ты мой, хотя я была маленькой, я любила тебя... -continuó el ruso, ignorando las palabras del menor.
-¡Bien! Sea lo que sea que estas diciendo, no me importa, así que sino te vas, llamaré a la policía.
-Io~ te kiero~ musho~ Y kiero~ que... *hip* me pegdones poh~ todo lo que hize... Pog favor... ~
-Así déjalo. Hablaremos cuando estés sobrio.
De un momento a otro, el ruso cayó al suelo, dando un sonido sordo, el mexicano entró en pánico, así que, con la poca fuerza que tenía, intento llevarlo a la cama.
-Tomaste demasiado Vodka.
⇺❣ 🇲🇽×🇷🇺 ❣⇻
El ruso comenzó a abrir sus ojos, tratando de ver con la poca luz que iluminaba la habitación.- где я?А!Моя голова -susurró para sí mismo
Lo único que pudo ver en ese momento fue México saliendo del lo que parecía ser el baño. El país tricolor usaba solo una toalla que parecía caerse en cualquier momento, lo cual le permitía ver con perfección el cuerpo casi completo del mexicano, como el inicio de sus caderas y más abajo hasta casi el inicio de su trasero.
El mexicano secaba con cuidado su cabello mientras buscaba la ropa que usarían, dejando de lado al Ruso, quien dormiría a su lado esa noche.
-¿México?
En nombrado, dio un pequeño salto, girando su cuerpo mostrando su pecho al descubierto, el ruso no sabía si era por estar todavía ebrio o de verdad lo veía así, pero el pecho y más aquellos botones que tenían el nombre de pezones en el cuerpo del mexicano se veían necesitados, y por lo que a mi me concierne, ese güey sigue ebrio.
-¡R-rusia! No sabía que ya te habías levantado.
-No quería molestarte.
El trypalosky se levantó de la cama, acercándose al tricolor, provocando que este se comenzara alejar, chocando -re cliché- con la pared.