Capítulo 16

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–¿Saben? Creo que tienen mucho de lo qué hablar, así que será mejor dejarlos solos. –Sugiere Colleen algo incómoda por la situación.

–No, por favor quédate. –Le pide Magnus y volteo a verlo sin comprender. –Me preocupa que en cuanto cruces esa puerta Ivonne de una vez por todas acabe conmigo. –Ruedo los ojos y Colleen suelta una risotada.

–Colleen, por favor. –Le llamo y ella capta mi mirada de que quería que nos dejara a solas y eso hace abandonando el apartamento y cerrando tras de sí.

Volteo a verlo y veo como tiene su ropa destrozada y sucia como si hubiese estado durmiendo en el suelo y se hubiese enfrentado contra un enorme oso, además de que su brazo izquierdo parecía fracturado por la posición elevada sobre su abdomen que lo mantenía.

–Dejame revisarte por favor. –Apenas di un paso cerca de él, retrocede uno.

–Ya van dos ocasiones en que intentas asesinarme Ivonne, ¿Acaso te he hecho algo y no me di cuenta? –Me pregunta observándome desconfiado.

–En serio lo siento mucho Magnus, es que es algo que no controlo y tu estabas en el momento y lugar equivocado. –Le miro rogándole que me dejara acercarme a ayudarle.

–¿Lugar equivocado? Mia me pidió que fuese porque necesitarías mi ayuda, no sé para qué pero fui y percibí la sangre fresca en el interior. Dime que estaba pasando allí. –Me pide entre dientes con una mirada sombría.

–Entrenaba y me había lastimado, así que cuando sentí que ese estallido quería brotar de mi interior, corrí lo más lejos que pude de Mia para no hacerle daño. –Le mentí rápidamente y me mira con sus ojos entrecerrados en mi dirección.

–¿Y te encuentras bien? –Me pregunta y lo observo incrédula. Él está literal hecho una nada y aún así con seguro las pocas fuerzas que le quedan, me pregunta por mí estado.

–Mejor que tú, claro que sí. –Asiento en su dirección. –Por favor déjame ayudarte... –Le pido acercándome a él cautelosa y parece que ya está menos tenso porque me deja acercarme. –Vamos, ven a la cama para que pueda tratarte. –Lo tomo del brazo jalandolo a la cama y apenas toca está, se deja caer sobre esta y cierra sus ojos.

–Solo despiertame cuando haya sanado por completo... –Le oigo murmurar.

–No te duermas Magnus, estás muy malherido. –Lo tomo de sus anchos brazos jalandolo hacia arriba obligándolo a incorporarse. –Tienes qué beber de mi sangre, te sanará. –Bueno, no estaba completamente segura pero debe ser así, al menos así ocurre con Vladimir.

–No soy un asqueroso vampiro, no pienso hacer eso. –Masculla con su mirada apagada en mi dirección, me sentía tan sumamente culpable al saber que por mí culpa está en este estado.

Sí no quieres beberla, te obligaré a hacerlo.

Suelto sus brazos y cae de nuevo en la cama mientras me encamino a la cocina rebuscando un cuchillo entre los gabinetes y cuando lo encuentro vuelvo con él donde parece que se está quedando dormido.

Me subo a la cama sentándome a un lado y tomo el cuchillo firmemente pasándo la afilada hoja por mí muñeca, cortando así mi piel que al instante en respuesta deja salir la espesa sangre. Rápidamente pongo mi muñeca hacia abajo sobre los labios entre abiertos de Magnus y dejo que la sangre caiga a la espera de que haga efecto.

–Vamos, vamos. –Pido en un siseo ante el escozor que estoy sintiendo.

Magnus me toma por sorpresa y agarra con ambas manos mi delgada muñeca, pegando completamente sus labios a mi muñeca, parece revitalizado.

VEGAN IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora