Una Noche Que Se Hace Eterna

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Narra Camila

-¿Camila te quieres apurar? – escuché que gritaba mi padre, sinceramente no quería estar acá pero a ellos no les importaba lo que quisiera. Seguí caminando del brazo de mi mejor amiga, de la única persona en el mundo en quien podía confiar.
-Cambia la cara Camila, esta es tu fiesta – Allyson sonrió.
-Esta no es mi fiesta, esta es la fiesta de mis padres con sus amigos empresarios, si está fuera una fiesta mía – sonreí – tu sabes que ya no quedaría alcohol en las mesas – Allyson se río – pero solo estoy acá porque a ellos les gusta alardear de que una de sus hijas entró al grupo de ballet mas famoso de Colombia, esto no es una fiesta es solo un negocio para ellos.

-Todos nuestros amigos fueron a verte.
-Lo sé, solo… solo me hubiera gustado poder haber hablado con ellos o abrazarlos, pero nada de eso pude hacer.
-Descuida, ella me abrazó. Ya estamos acá, que valga la pena Mila.
Comencé saludando a todos los amigos de mis padres y a algunos de sus hijos, mis padres tenían metido en la cabeza que necesitaba comprometerme con alguien que realmente valiera la pena, que no importaba si no lo amaba porqué según ellos el amor venía con el tiempo pero… pero a mí ni siquiera me gustan los chicos, cosas que ellos no saben. Nadie lo sabe, ni siquiera Allyson… he vivido con este secreto toda mi vida y ha sido demasiado frustrante aun mas sabiendo que acá mismo en esta fiesta esta repleto de tipos que solo estarían conmigo por mi apellido y mi dinero. Debo admitir que también cometí errores, que me involucré con personas que no me hacían bien, que me hicieron tomar malas decisiones y tener malditos problemas con mi autoestima…

a veces, solo a veces me gustaría ser una chica normal. Muchos dirían que soy mal agradecida, que lo tengo todo y me quejó de llena pero eso no es así… solo me quejó de lo que no me dejan ser y de mi maldito miedo por demostrarle al mundo quien soy realmente.
-¿Estas bien? – mi madre se acercó a preguntar.
-Si, solo estaba pensando – ella sonrió.
-Tu presentación en el ballet fue hermosa – sonreí.
-¿Enserio te gustó?
-SI, sentí como si bailarás para nosotros.
-Eso hice, ese baile eran para ustedes – mi mamá me abrazó y me soltó.
-Ven te quiero presentar a alguien – sabía lo que significaba esto.
Caminamos hasta uno de los salones en donde me presentó a unos tipos que estaban con un chico. El chico era lindo, tenía que admitirlo… tenía la piel tostada, ojos claros y el cabello era de color castaño claro.
-Camila él es Jack – el me sonrió – Jack, ella es Camila – el tipo se me acercó y besó mi mano, por lo menos tenía modales no como los otros idiotas con los que había salido en el pasado – los dejaremos solos para que se conozcan – Jack solo sonreía hasta que nuestros padres se fueron del cuarto.

-Por fin – dijo a penas se cerró la puerta – no lo tomes a mal pero… pero no estoy interesado en ti.
-Ni yo en ti – dije mirándolo.
-De hecho creo que… nunca podría interesarme una chica, ellos lo saben pero aun así no aceptan que sea gay y si o si quieren que esté con una chica - ¿enserio? – no sé porque te estoy contando todo esto realmente – el chico se ordenó el cabello, era realmente guapo.
-Soy lesbianas y ellos no lo saben – era primera vez que lo decía y sentí como toda la adrenalina escaba de mi cuerpo – no sé porque te lo cuento pero ya no puedo ocultarlo mas – el sonrió.
-Me haces recordar a mí cuando vivía escondido ¿Cuántos años tienes?
-21 ¿y tu?
-23 Escuche acerca de tu presentación en el ballet, los dejaste impresionados ¿no? – sonreí.
-No lo sé pero… bueno por algo me dejaron.
-Eres muy talentosa Camila y realmente espero que podamos ser buenos amigos, de hecho creo que esto nos podría traer ventajas…
-Olvídalo – dije de inmediato – no seré tu pareja de mentira ni tu la mía, soy una persona ocupada Jack, pero en lo que pueda ayudarte lo haré y bueno, a decir verdad si necesito un amigo después de todo – el sonrío.
-Peor es nada dicen por ahí – se acercó a mí y caminamos hasta la salida del cuarto, cuando lo hicimos todas las personas voltearon a mirarnos y simplemente sonreímos. Me dijo que iría al baño y yo fui a la barra, necesitaba un trago.
Pedí dos tragos de una y me senté en la barra, al sentarte ahí tenías el mejor paisaje de todos. Se podía ver toda la ciudad iluminada, el océano y hasta el sonido de las olas golpear las rocas. Era maravilloso.

ONE-SHOT  E IMÁGENES (Camren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora