Siempre, desde pequeño, quise vivir con algo referido al arte, a pesar de que a mi corta edad no sabia que exactamente, en mi emanaba toda clase de inspiración producto de mis propias emociones, y a pesar de mis pocos recursos para imaginarme una larga y prospera carrera artística, siempre me hacia ilusiones banas de una vida así.
Eso a los años me trajo problemas para poder vivir con mi realidad actual, no estaba pintando un cuadro o componiendo una canción, estaba cargando cajas y trabajando para una vida que sin duda no era la mía ni se le acercaba, a penas me quedaban ganas para poder seguir soñando con esa vida artística y prospera.
Los mundos no mueren cuando sus núcleos colapsan, empiezan a morir desde el momento en el que la vida que esta en ellos deja de surgir y poco a poco se agota, la única manera de evitar la extinción de esta, era traer de vuelta todo aquello que les hacia bien... El problema fue que perdí lo que me hacia bien desde un principio, y solo me quede sentado en una de esas cajas viendo como todo dejaba de existir.
Poco a poco mi mundo se tornaba gris y mi paisaje opaco, pero incluso en eso "había un poco de arte que solfeaba en las escalas de grises".
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La vida que nunca tuve
De TodoLa vida que nunca tuve. Historias, cuentos y fantasía de mi vida pasada contada en una historia que siempre estuvo incluso antes del mismo inicio.