Viajes de pensamiento

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Es increíble como en algún momento podemos llegar a pensar en lo decisivo o definitivo que pueden llegar hacer nuestras decisiones con respecto a algunas cosas, pero la verdad es que no, nunca podemos estar sobreseguro antes nuestras decisiones y más cuando dejamos que las emociones decidan por nosotros, la vida es un tren con muchos vagones y en cada uno hay una sorpresa diferente que se seguro hará que cambiemos de alguna forma o de otra.

Me preparaba para tomar un viaje, un largo recorrido, uno que sin duda me iba hacer viajar en el tiempo, estaba por ver a mi familia lejana, unos de los sitios en que jugué aprendí y crecí, sin duda ese lugar debía de estar muy cambiado por el tiempo y las personas, de igual forma, me emocionaba pensar que volvería a ese lugar, las cosas aquí marchaban bien, y "cuando sabes que más adelante puede venir mucha presión, es mejor votar de antemano el estrés por precaución" no había mucho cambio aquí, todo estaba neutro, ni avanzaba o mejoraba, pero tampoco retrocedía, por un momento me sentí estancado entre las circunstancia.

Entre todo eso, llegó el día del viaje y me aproximo al camino, no hay nada que pueda liberar más la mente que las líneas de una carretera pasando a alta velocidad, sin duda disfrutaba cada momento del viaje, muchas veces es necesario salir de donde todo está mal y perderse en ningún lugar, solo tu y tu perfecta y muy seleccionada lista de canciones.

Mucho tiempo después llego a mi destino, todo era tan diferente y al mismo tiempo tan único, había vuelto a casa mi familia mi lugar, todo era perfecto, sin embargo no podía dejar de pensar en que a este lugar le faltaba un toque único, estaba alegre pero mi sensación de emociones no se podía comparar como aquel lugar repleto de intensidad y emociones, sin duda faltaba ella, sin duda faltabas tu...

En aquel lugar donde me encontraba, había un gran muro repleto de grafitis el mejor arte urbano que puede haber, ese lugar lo disfrutaba sin duda alguna, al cabo de unos días conversaba con ella por teléfono y aunque no se notara mucho la diferencia, estaban sucediendo unos cambios tan radicales, que ni yo mismo me hubiera esperado tanto, en el momento nunca supe nada, me encantaba que pudiera estar ella, allí, aunque sea un pedacito de su voz, por que hacia de ese lugar uno aún más especial. Había un mural que sin duda me marcó más, uno que más adelante tomaría mucha relevancia en mi vida, cerca había una tienda de recuerdos y decidí buscar ese mural en un pequeño collar, uno que fuera especial, ese lugar me hizo renovar mucho mi pensamiento, a volverme a encontrar a mi.

"no puedes estar para nadie si primero no estas para ti mismo".





La vida que nunca tuveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora