Otelo?¿¿

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Richard miraba desde la ventana de su departamento el pasar de la gente, desde ahí se miraban la marquesinas de los teatros, la ciudad estaba alborotada ya que esa noche reaparecería en los escenarios la revelación del momento Terry Grandchester en su interpretación como Otelo, Richard cerro las cortinas, había encontrado ese departamento ya ni siquiera se fue de Nueva York, habían transcurrido dos semanas desde la boda de Candy pero para él era como si la boda hubiese sido ayer, se sentó en un silla y comenzó a recordar lo hermosa que ella lucia ese día tal como siempre la imagino, claro que siempre pensó que el seria el novio feliz que la esperaría en el altar, se imaginaba la gran fiesta, los rostros felices de ambos, todo lo soñó desde el día que la conoció pero esos sueños se derrumbaron cuando supo que a quién ella amaba era a Terry, recordó la noche en que fue a la boda a darle su regalo de bodas, hubiera sido mejor no ir, se decía para sus adentros, recordó que después de salir del salón de fiestas se puso a deambular por las calles, no supo cómo pero llego a la catedral donde se casaron, aun se veía en el suelo los rastros de la ceremonia, miro que la puerta estaba abierta, se metió, un solitario hombre recogía todas las flores, el hombre le dijo que ya iban a cerrar, Richard contesto que no se tardaría, un hombre con una sotana le dijo que la casa de dios no tenía hora para recibir a sus fieles, Richard agradeció al padre, se sentó en un banca, luego el sacerdote se acerco y comenzó a platicar con él, luego de un rato Richard salió de la iglesia y siguió su camino, comenzaba a nevar, se metió a un bar que encontró en el trayecto, no deseaba llegar a su hotel, no quería estar solo eran casi la dos de la mañana cuando decidió irse, los ojos le ardían por haber llorado tanto, comenzó a caminar con la mirada al piso, choco con el poste de un farol fue cuando reacciono y levanto la vista, miro la fachada de una casa, entonces se dio cuenta de donde estaba, sabía que no había nadie en esa casa, al menos eso suponía, levanto la vista y miro una tenue luz y una silueta junto a la ventana, fue cuando la cortina se movió alguien se asomo, sus ojos se cruzaron con los de Terry, este cerro la cortina, solo tenía unos segundos para reaccionar, conocía a Terry y sabía bajaría a buscarlo, entonces miro que del otro lado de la acera había un callejón, corrió para ocultarse, ya no quería darle más problemas a Candy, pero todo le había salido mal.

Richard – Soy un idiota – se dijo a sí mismo – por qué te conocí Candy – suspiro, en ese momento sonó el timbre del teléfono, se puso de pie y fue a contestar – hola – dijo amablemente – como estas – se dibujo una leve sonrisa en sus labios – si estoy bien gracias – se notaba tranquilo – que paso – cuestiono y se quedo escuchando – mañana – dijo sorprendido – la verdad es que no lo recordaba – apretó los labios – lo sé pero también compréndeme – ahora parecía suplicar – no estoy seguro de eso – se llevo una mano al cabello – no te prometo nada – parecía que discutía – claro te veo después – dijo finalmente y colgó el teléfono – miro su reloj noto que se hacía tarde, tomo su saco de la cama y se fue a seguir con los negocios de Elisa Legan –

Candy y Terry desayunaban tranquilamente, Terry no dejaba de mirar a la nueva empleada, se le hacía conocida pero de donde se preguntaba, Candy le había dicho que era una chica de Chicago, que trabajaba para ayudar a su madre enferma y que su nombre era Lucia, Terry se sorprendió de saberlo pero no tomo le dio importancia ya que la Lucia que él conocía era muy distinta a esta, Terry tomo la taza de té que le sirvió la empleada, no se podía quejar hasta el momento se había portado bien, era muy respetuosa y se notaba que a su esposa le agradaba mucho, así que decidió no hacer alboroto por algo sin importancia.

Terry – Te ves hermosa – le dijo mientras la miraba –
Candy – Gracias – sonrío –
Terry – Lamento tanto dejarte sola – le dijo ya que su luna de miel solo duro dos días y desde entonces él no había parado de ensayar –
Candy – No te preocupes – le dijo y tomo su mano – solo han sido dos semanas – Terry acaricio el rostro de ella tiernamente – no estás nervioso – le pregunto –
Terry – No amor – dijo tranquilo – no es la primera vez que tengo un protagónico –
Candy – Si pero este personaje es muy diferente a Romeo – parecía no agradarle tanto –
Terry – Ja, Ja, Ja, – se rio – Candy como seria el mundo si todos fuéramos iguales – Candy lo miro – imagínate que hubiera muchos Tarzan con Pecas – se seguía riendo –
Candy – Eso no me parece gracioso – frunció el ceño –
Terry – No te enojes cariño – le sonrío, en ese momento sonó el teléfono, la chica de servicio contesto –
Lucia – Sr. Le llaman – le dijo en un sumiso tono a Terry desde la entrada al comedor – es el Sr. Hathaway –
Terry – Gracias – le dijo y la miro fijamente ya que estaba seguro la había visto en algún lado –
Candy – Recoge por favor –le dijo mientras se limpiaba con la servilleta los labios, Terry regreso rápidamente –
Terry – Me tengo que apresurar – le dijo a su esposa – Robert nos quiere ya en el teatro – Candy lo miro –
Candy – No te preocupes por mi cariño – le dijo – comprendo tu trabajo – sonrío –
Lucia – El baño ya está listo – le dijo a Terry –
Terry – Gracias – se dio la vuelta y se fue a su habitación –
Candy – Voy a preparar su ropa – se puso de pie –
Lucia – Lo quiere mucho verdad – le dijo para hacer platica –
Candy – ¿Cómo dices? – se detuvo y la miro –
Lucia – A su esposo – Candy quiso comprender lo que la chica le dijo – perdone que me meta en esto Sra. Pero creo que su esposo se ausenta mucho de casa – Candy la miro molesta –
Candy – Lucia te agradeceré que no vuelvas a decir ese tipo de comentarios – le recrimino –
Lucia – Lo siento Sra. – bajo la cabeza – pero es que la quiero tanto y me duele oírla llorar – Candy la miro – no piense que la espió pero la otra noche la escuche llorar en el despacho, vi las luces encendidas y vine a apagarlas, por eso me di cuenta que lloraba – seguía mirando al piso –
Candy – Te agradezco tu preocupación pero no lloraba por qué me sintiera sola – le confesó – espero no se vuelva a repetir – se dio la vuelta para alcanzar a su esposo en su habitación, Terry se había puesto una bata, estaba por meterse a bañar – te preparare tu ropa – le dijo en cuanto entro a la habitación –
Terry – Gracias – le gustaba verla como su esposa, tan cariñosa, siempre al pendiente de él –
Candy – Que corbata quieres – le dijo mientras se agachaba a buscar en un cajón –
Terry – La que elijas será perfecta – se acerco a donde su esposa –
Candy – Te gusta esta – se puso de pie, Terry ya la esperaba para acecharla – pasa algo – le dijo al verlo tan cerca –
Terry – Si – la miro fijamente – y luego le dio beso apasionado – pasa que te deseo tanto – beso su cuello –
Candy – Terry por favor – dijo nerviosa – hay empleados en casa – le recordó –
Terry – Y acaso no es esta mi casa y tu mi esposa – Candy lo miro – ellos no tienen por qué decir nada – dijo molesto y la soltó – me voy a bañar – se dio la vuelta –
Candy – Terry tu sabes que te amo – sus manos rodearon el cuerpo de él – y quiero que me ames siempre – ella lo soltó, Terry se dio la vuelta y la comenzó a besar, ella no se opuso, Terry desato la cinta del vestido de ella, la llevo a la cama y así medio desnudos se amaron sin importarles que a él lo estuvieran esperando en el teatro. Terry se había terminado de arreglar, Candy lo miraba desde la cama, su cuerpo estaba cubierto con las sabanas, se notaba sonriente –
Terry – Ahora si me voy – se acerco a la cama – si no Robert me matara – le dio un beso a Candy, ella se aferro a sus labios, hundió su mano en el cabello de él, aun estaba humedecido, olía a madera fina a causa del perfume – te veré por la noche –ella lo volvía a besar – si sigues así nunca llegare al teatro – dijo dulcemente –
Candy – Es que te amo tanto – lo miro tiernamente –
Terry – Yo también te amo – ella lo soltó – iras con tu madre – le pregunto –
Candy – Si, quiere que le ayude con los preparativos para la fiesta de mañana – le explico –
Terry – Esta bien cariño le diré a Daniel que me lleve y luego estará a tu disposición – se acomodo la corbata y se dirigió a la puerta –
Candy – Terry lo harás increíble – le sonrío y le mando un beso con la mano, él le respondió regalándole una sonrisa y se fue dejando a su esposa, Candy se quedo pensativa, feliz ya que desde hacía casi dos semanas no había podido estar en la intimidad con su esposo ya que el llegaba demasiado tarde de los ensayos y aun que ella lo esperaba ansiosa siempre terminaba venciéndola el sueño, recordó la noche en que miro el reloj eran más de la una de la mañana y Terry no regresaba, bajo a tomar un poco de agua, encendió la luz y miro lo vacía que se veía la casa, tan grande pero tan sola, por un momento su corazón no soporto más tenía casi dos días de no ver a Terry, se pregunto que como era eso posible, si vivía con él pero cuando el llegaba ella estaba dormida y él se levantaba tarde y lo único que hacía era desayunar e irse nuevamente al teatro, pero comprendió que así era su vida, ella abrió los ojos en ese instante recordó lo que un día escucho en labios de la misma Lucia "El joven siempre llega a deshoras y con compañía femenina" – eso no es verdad – sacudió su cabeza para sacar esos pensamientos, se puso de pie y se cubrió con una bata y se metió a bañar para despejar su mente –

Candy candy temporada 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora