Agosto Heridas Que No Sanan Continua...

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Candy sentía una gran angustia desde hace algunos días, como preguntarle a Isaac sobre esa bella chica, tenía ganas de reclamarle su actitud para con Ane pero como hacerlo si sentía que no tenía ninguna prueba de ello, lo único que podía hacer era quedarse calla guardándose todos esos malditos sentimientos que sentía contra su hermano, tal vez hubiese sido mejor no averiguar de qué se trataba, "un mujeriego", hasta el mismo Isaac que se veía tan caballeroso y serio resultaba eso, ¿Y si era verdad que Terry...?, Candy sacudió la cabeza, se abrazo a la almohada y comenzó a llorar amargamente mientras la distancia seguía creciendo entre ella y su hermano, después de un largo rato tratando de calmarse se limpio los ojos, se puso de pie, se cambio el uniforme, se calzo, se dirigió al espejo para acomodarse el cabello, tomo su bolso y salió de su habitación.

Laureen – Hija no piensas descansar – le dijo al verla salir de su cuarto, estaba acomodando un cuadro que estaba movido –
Candy – Tengo ganas de ver a Albert – le dijo mientras miraba el cuadro –
Laureen – Te gusta – le pregunto al observarla como miraba el cuadro –
Candy – Es bonito – se encogió de hombros –
Laureen – Es de Monet – le explico, Candy volteo a ver el cuarto de Isaac – me estas escuchando –Candy reacciono –
Candy – Perdón – se disculpo – tengo que irme te veré después – le dio un beso en la mejilla y salió de su casa, abordo un auto con dirección al centro de Chicago a donde la oficina de Albert, tal vez hablar con él le ayudaría, últimamente entre el trabajo y la boda no le quedaba mucho tiempo de sobra para sus amigos y se sentía algo culpable por ello –
Chofer – Srita. ya llegamos – le dijo Candy reacciono –
Candy – Gracias – le dio unos billetes y salió del auto, Candy se adentro en el edificio, tuvo que esperar a subir ya que había demasiada gente, cuando por fin llego a las oficinas, tuvo que pedir permiso ya que la habían dejado en un rincón – gracias – dijo cuando un hombre la dejo pasar, se dirigió a donde la Recepcionista – Hola como estas – le dijo en una gran sonrisa –
Recepcionista – Hola Srita –la saludo amablemente –
Candy – Se encontrara Albert – le pregunto –
Recepcionista – Permítame un momento – estaba por avisar a Albert cuando sonó el teléfono, luego de un momento colgó – en un momento la anuncio tengo que recoger unas cosas en otro piso – le explico –
Candy – Claro – le sonrío mientras la chica se alejaba al elevador – porque Albert es un hombre tan ocupado – recargo la cabeza en el respaldo del sillón, luego de unos minutos se desespero de que la chica no llegara, se puso de pie – voy a entrar al fin soy su hija adoptiva – dijo en voz baja, se encamino a la oficina de Albert, estaba por tocar cuando alguien abrió la puerta –
Albert – ¡Candy! – casi lo grito, termino de salir y cerró la puerta – ¿Qué haces aquí? – le cuestiono, Candy se sorprendió al ver a Albert tan nervioso –
Candy – No te puedo visitar – le parecía tan extraña su actitud –
Albert – No es eso – se quedo parado frente a la puerta –
Candy – Puedo pasar – tomo la perilla de la puerta –
Albert – Candy estoy con un socio – le explico –
Candy – Y porque lo dejaste solo – le cuestiono –
Albert – Porque vine por unos papeles que necesito entregarle – Candy miro extrañada a su amigo, lo conocía y sabía que algo no estaba bien, en ese momento llego la chica con unos sobres –
Recepcionista – Aquí traigo los papeles para el... – Albert hablo –
Albert – Gracias eso es todo – le dijo la chica de inmediato se fue a su lugar –
Candy – Entonces no me podemos hablar – dijo decepcionada –
Albert – Perdóname Candy tal vez más tarde – se disculpo –
Candy – No te preocupes de todos modos muchas gracias – bajo la mirada, se dio la vuelta y se fue, Albert la miro alejarse sintiendo una gran tristeza pero no podía dejar que ella viera a su visitante, Richard estaba parado detrás de la puerta, escuchando la voz de ella, sintiendo como si su corazón volara, se moría por verla, Albert abrió miro a Richard parado junto a la puerta –
Albert – Lo siento pero será mejor que no la veas – se disculpo –
Richard – Lo sé y te lo agradezco – suspiro, Albert cerró la puerta –
Albert – Se que no deja de dolerte – se volvieron a sentar –
Richard – Nunca me imagine que me enamoraría de esta manera – en su rostro se reflejaba la angustia que sentía, Albert no sabía que más decirle, por un lado le había tomado aprecio a Richard, pero sabía que Terry era la felicidad de ella –
Albert – Aquí están los documentos que pediste – le dio el sobre para cambiar el tema –
Richard – Si creo que eso será todo – los tomo con poco ánimo – me había acostumbrado a vivir respirando su mismo aire – Albert lo volteo a ver – lo siento no debo de meterlo en mis problemas, intento componer su semblante, ambos se quedaron platicando sobre los negocios, mientras que Candy bajaba del edificio, para caminar entre la gente, no podía ir con Paty, mucho menos con Ane para contarle sobre Isaac, así que no tuvo más remedio que seguir guardando los sentimientos –

Candy candy temporada 3Donde viven las historias. Descúbrelo ahora