Capítulo 10

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10

Confundido, aterrado, otra vez con el pulso acelerado, siento como si mi corazón se fuera a parar, -¿pero cómo puede ser esto posible?- me quedo en un shock suspendido por varios minutos intentando asimilar el mensaje que acabo de leer, ¿esto tiene que ser una broma, esto no puede ser cierto, pero si estaba seguro que no era ella, cómo puede ser ella?

Trato de asimilar pero me cuesta creer eso, mi mente está a punto de estallar, miro el chat y sigo en shock, esto me tiene demasiado confundido, dejo el móvil a un lado para poder pensar, porque a estas alturas me está costando hacerlo, intento analizar pero se me hace imposible, suelto un largo suspiro de frustración, -¿pero cómo puede ser ella, si no me dio ningún indicio de que lo fuera?

Mi incomodidad sigue en aumento al ver que sigo sin entender nada, trato de analizar pero se me hace imposible, si esta persona solo quiere confundirme lo ha logrado ya, no sé cuánto tiempo pasa mientras trato de pensar en algo pero sigo igual.

Sigo pensando no sé por cuento tiempo, tratando de analizar pero no he llegado a nada, esta incertidumbre me va a matar, sigo sin creer que es ella, porque no puede serlo, me cuesta creer que sea mi jefa, Elena, la directora del instituto.

Luego de tanto pensar, trato de convencerme de que no es ella pero mi mente no cede, -¿y si lo es de verdad?- en este caso tengo dos opciones, o de verdad es ella, o mi desconocida trata de desviar la atención hacia Elena para evitar que la descubra y sin lugar a dudas quiero convencerme de que es la segunda opción.

No logro ponerme de acuerdo con mi mente por la falta de pruebas que tengo, puede ser ella, como puede que no, pero no puedo negar que la idea de que lo sea me aterra de una manera abrumadora -¿y si ese ella?- Mi corazón da un vuelco de solo pensar de que puede ser Elena, a estas altura del partido de lo único que estoy seguro es que si mi desconocida buscaba confundirme lo ha logrado, lo ha logrado tanto que hasta me ha puesto a dudar muchas veces en mi lucha por encontrarla.

Sigo sumergido en mi mundo intentando buscar una decisión definitiva que me ayude con esta incertidumbre tan grande que tengo, mientras trato de superar esta crisis agónica que no me deja concentrar, trato de ver cómo salir de esta situación tan incómoda pero sigo igual, sin saber qué hacer, busco la forma de ordenar mi mente pero es imposible.

El tiempo que duro pensando en una fórmula que me haga entender lo que pasa, me tiene muy malhumorado y más de solo pensar en que en estos momentos esa desconocida se está burlando de mí.

Vuelvo a tomar el móvil voy a su chat y veo el contacto en línea y en ese momento tomo una decisión y aunque parezca una locura es lo más sensato que puedo hacer, salgo casi corriendo de mi oficina y corro por el pasillo, esta incertidumbre terminará hoy, si de verdad es Elena, me voy a dar cuenta ahora mismo.

Llego a la puerta de su oficina casi sin aire de lo mucho que he corrido, trato de recuperarme antes de entrar para evitar las sospechas, me arreglo un poco mientras trato de descansar y no parecer tan sofocado, duro unos cuantos segundos frente a la puerta con el corazón a mil porque sé que lo que estoy a punto de hacer es una locura pero igual no importa, ya no tengo otra opción.

Toco la puerta, y mi pulso se acelera aún más al escuchar la voz de Ana, dándome permiso para entrar, abro y entro con la intención de hablar con Elena y me quedo totalmente pasmado al ver junto a ellas dos a Laurita, su hija, se me hace un nudo en la garganta y me quedo totalmente paralizado frente a la puerta.

-¿De qué se trata todo esto?- pienso mientras sigo en shock al verla a las tres ahí mirándome con cara de asombro, mi mente es un mar de pensamientos, por más que traté de controlarme mi respiración agitada me delata, -pero, no puede ser- trato de ser coherente en mis pensamientos y evitar imaginar lo que estoy pensando.

Trato no pensar pero mi mente no me ayuda es que es demasiado la coincidencia que si justo hace menos de media hora Elena estaba en mi oficina, y ahora siento como si todo concordara aunque me niegue a creer puede que mi instinto tenga algo de razón y esto no es más que un truco ideado por ellas.

Sigo en frente de ellas sin poder decir nada con miles de pensamientos confusos que aunque al final puede que me equivoque, podrían ser ciertas las sospechas que acabo de tener, es que si me pongo a pensar bien, ese mensaje ha sido demasiado raro y llegar justo en el momento en que Elena fue hacia mi oficina, y luego de irse, ese otro, creo que ha sido demasiada la coincidencia.

-¿Le pasa algo profesor Christian?-

Salgo de mis pensamientos al escuchar la voz de Elena al preguntarme eso, y trato de organizar mis ideas para luego responderle.

-Ehh, no solo quería peguntarle algo- miento y en ese momento llega a mí una idea que aunque un poco arriesgada me sacara de las dudas inmediatamente.

-Estaba pensando hacerte una propuesta, para la reunión- le digo para desviar la atención mientras introduzco mi mano en el bolsillo de mi pantalón y saco mi móvil y trato de que ellas no se den cuenta de que es lo que estoy haciendo.

-¿Ahh, si?- me dice medio asombrada por lo que le he dicho.

-sí, claro, deja ver que día del calendario es- trato de sonar convincente mientras entre comillas desbloqueo el teléfono y busco el contacto de la desconocida.

-No hace falta que lo busque es el próximo lunes 10- me dice un poco confundida.

-Ah, gracias, pues veras estaba pensando- diciendo esto llevo el móvil a mi espalda no sin antes marcar al número que se supone que es mi desconocida, -que creo que podríamos hacer un grupo de whatsapp con todos los maestros, y así no tienes que avisarles a uno por uno, y cualquier cosa nos lo avisas por ahí-

Dicho esto veo a Elena mirarme mientras analiza lo que le digo y por el contrario yo, me alegro por desviar la atención hacia ese tema.

Observo detenidamente a todas mientras sigo con el móvil en mi espalda haciendo la llamada y de pronto en el mismo momento en que Elena me iba a responder caigo en shock cuando en medio de la oficina se escucha la vibración de un móvil del que no logro identificar de cual de todas es.

Ummmmmmm, ummmmmmmm, ummmmmm, ummmmmmmm

Las tres se miran una a la otra y siento como mi cabeza fuera a estallar de solo pensar cual móvil es que esta vibrando, el pulso se me acelera, trato de controlar mi respiración pero es imposible, intento una última vez calmarme pero eso convierte en un acto suicida luego de ver cuál de todas busca un móvil para contestar una llamada.


-Ana-

Un Buen ProfesorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora