— No seas tan idiota Chris.
Fue turno de Kang para rodar los ojos, arrebató el vaso con batido de las manos de su mayor llevándolo hasta sus propios labios dándole un largo trago.
— Consigue tus propias bebidas Sooyoung, siempre terminas tomando la mitad de las mías, que molesta.
La pequeña castaña imitó las palabras del pelinegro con la única intensión de molestarlo un rato. Ladeó su cabeza, estirando un poco el cuello logrando que algunos huesos crujieran con aquella acción mientras subía sus piernas sobre el taburete cruzandolas y tomando una posición más cómoda para ella. Ya pasaban de las 2:00 am y ellos seguían metidos en aquel estudio tratando de escribir algo decente para las pruebas semanales que el australiano tendría en unas cuantas horas.
— Eres raro ¿sabes?, la mayoría de chicos de tu edad escriben sobre alguno de sus enamoramientos o ese tipo de cosas.– Volvió a darle un trago a aquel líquido cremoso que dejaba un grato sabor a caramelo entre su lengua y paladar.— Sin embargo aquí estás tú, haciendo una canción sobre Jack Sparrow.
—Correción, una brújula rota y solo es una clase de... metáfora.– Le corrigió el rizado, mirando con atención la pantalla del computador con tal intensidad que la menor pensó seriamente que podría ver un hueco en la pantalla dentro de unos minutos.
— sí lo que sea, das miedo, escribe sobre sexo, drogas, alcohol o chicas, ¡lo que sea!- levantó los brazos haciendo un ademán exagerado, queriendo darle un poquitin más de emoción a sus palabras. Pero al parecer se emocionó de más porque casi derrama el brebaje entre sus manos sobre su propio cuerpo.
– Damas y caballeros, ella es la pequeña Sooyoung, la mejor barista durante el día, y una pervertida y torpe chiquilla el resto del tiempo.– Vociferó al aire con, claramente, un tono burlesco e incluso cierta sátira tirando de manera quisquillosa en sus palabras.
– Cállate, pedazo de basura pálida y ojerosa.– estaba jugando, sí.
Pero probablemente aquel chico "pedazo de basura, pálida y ojerosa" no lo hacía, cuando giró sobre la silla de ruedas que utilizaba para trabajar, quedando de frente a su acompañante. Sonrió con sorna, sabiendo que las horas de desvelo y muchas otras de trabajo sin parar, le estaban pasando factura y no le hacían bien, aunque podía ignorar todo aquello un rato si es que la menor le seguía el juego.
Abarcó un costado de aquel fino rostro con su diestra, acariciando suavemente la mejilla caliente bajo su tacto, y se acercó hasta que su aliento, y la respiración de ella, comenzaron a mezclarse entre sí. Dejó un pequeño y tierno piquito en sus labios, porque a pesar de que sus intenciones no eran tan cálidas como su gesto, él no era ningún bruto o idiota que haría algo en lo que la otra parte no estuviera de acuerdo.
El toque entre labios dejó de ser un simple roce, se volvió un verdadero y respetable beso. Lleno de apretones en la cintura, mordidas juguetonas y pequeñas risitas y suspiros entre las pausas que se daban para retomar un poco el aliento.
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¿Me extrañaste?
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Fanfic-Me gustas.- fue lo que salió de sus labios, entonces fue mi turno de atragantarme con la gaseosa a causa de la sorpresa.- Para mí siempre te vez lindo, ¿puedo seguir diciéndote este tipo de cosas? me siento cómodo haciéndolo. Busqué algún indicio d...
