DEATH AESTHETIC camren

Capitulo 11

/UNA DISCULPA/

Siento que paso ya mucho tiempo, no me canso de decir que (Tengo universidad) por lo tanto, habrá días que no podre subir los capítulos acordes al tiempo que siempre específico.

Ahora prometo avisar por medio de mi pagina en "Anuncios" cada vez que NO pueda subirlos o SI HABRA actualización. Al igual que NUEVAS historias.

Muchas cosas pasaron:

Lauren Jauregui - Invisible Chains !!!!!!

Camila Cabello con su video My Oh My

Mis bebés ...:')

Lauren cambiando el nombre de su fandom de "JAGUAR" A COVEN

¿A ti que te parece?

CAMILA

Al parecer le agrada, porque sonríe animadamente en mi dirección, con esos pómulos tan sonrosados de vergüenza al tocar el fino acabado de mi regalo como gesto de amor.

- ¡La eh cagado! – Le lanzo un puchero que ella es incapaz de no ver y en cambio rápidamente cambia su expresión de "No lo merezco a si lo merezco"

- ¡No! ¿Qué dices? Claro que no, me gusta, me gusta, es precioso, gracias Camz... - Y me besa.

-Pero no era necesario, no necesito de este tipo de regalos – Ella niega, pero la sonrisa no se despega, como siguiente gesto de mi parte, me ofrezco a colocárselos, un lindo brazalete que encaja en su pequeña muñeca izquierda.

-Estoy tan feliz – Le digo honestamente y tomando u poco de aire para después soltarlo, había algo más este día, y era una sorpresa hasta para mí.

- ¿La razón? – Pregunto alegre y casi a punto de contestarle de igual forma, el timbre de la puerta principal me dejo a medias explicaciones y Lauren desvió la vista de mis ojos a el camino de las escaleras, pasados unos minutos la chica del servicio anuncio corriendo y dando saltos apresurados hacia nosotros, que, mi hermana, había llegado.

- ¿Qué? – Lauren palideció notoriamente, sus sonrosadas mejillas perdieron color descendiendo hasta lo inexistente y para traerla de vuelta del trance, aprete sus manos y le di un leve beso en su mejilla.

-Es hora, mi hermana viene de visita Lolo – Anuncie sin mucho escándalo en mi voz.

Lauren permanecía quieta, asustada incluso, pero sus ojos y lo que transmitían era determinación absoluta, creí y sentía que ya estaba haciéndose a la idea de pertenecerme sentimentalmente y con pasos más largos, acompaso a los míos, cuando al bajar las escaleras, solo sentí la necesidad de correr a los brazos de esa pequeña mía, cuyo rostro no había vuelto a detallar desde mi desgracia, los grititos de emoción que soltaba estaban ya a la par de mis orejas, con mi cuerpo sellado al suyo y ella encerrando sus brazos en mi espalda.