La Poeta

Terror en mi sangre

Durante semanas hablamos sin parar,

pensando en el día que nos veríamos por primera ves,

soñando con un día perfecto lleno de alegría,

pero nada de eso sucedió.

Al verlo bajar de ese colectivo supe la verdad,

una verdad muy oscura que no olvidaré jamas

realmente no lo reconocí, me asuste al verlo,

él me obligo a besarle, me dio muchísimo asco.

Por fuera tuve que hacerle creer que lo amaba

que estaba alegre y feliz por conocerlo,

me tuve que obligar a abrazarlo y decirle te amo.

No quería que conociera a mi familia,

me aterraba la idea de caminar de la mano junto a él,

treinta y cinco cuadras tenia para pensar como dejarlo,

no aguantaba ni un segundo más estar a su lado.

A las pocas semanas me había regalado tantas cosas

que se me volvía cada ves más difícil dejarlo,

ser distante y fría no estaba funcionando,

él realmente me amaba, hasta daría su vida por mi.

Los días que se quedo en mi pequeña ciudad

realmente los sufrí, no quería ser su novia,

pero me ataba sus sentimientos hacia mi,

saber que se gastaba todo su dinero en regalos.

Cuando llego el día que tenia que conocer a su familia

llore toda esa noche, ya que no me apetecía viajar,

lo único bueno es que conocí a mi mejor amiga,

ella fue quien me apoyo cuando le dije que lo odiaba.

Cada noche que pasaba con él en su casa,

me temblaba todo el cuerpo al saber que estaría a mi lado,

todas las mañanas me obligaba a tener relaciones,

yo lo odiaba cada vez más, pero a su vez le tenia terror.

Me dolía todo mi cuerpo, no quería despertar más,

me sentía toda una basura inútil,

solo servia para estar en la cama,

para satisfacer sus malditas ganas.

Deseaba que alguien se diera cuenta y me ayudara

quería hablar, gritar pero de mi garganta no salia ni un sonido

solo podía sufrir en silencio, esperaba poder no despertar más.

Todos pensaban que eramos felices,

que seriamos de esas parejas que duran por siempre,

incluso imaginaban que tendríamos hijos, 

según todos, eramos la pareja ideal que todos sueñan tener.

Él pensaba que en el futuro no lejano nos casaríamos

yo pensaba en como acabar con todo eso,

él pensaba que me podría atar si me quedaba embarazada

yo pensaba en mi suerte de ser casi infertil.

Ya no podía pasar tiempo con mi familia,

estudiar solo podía después de tener  sexo con él,

tenia que dejarme que me tocara todo mi frágil cuerpo

ya no tenia control sobre mi propia vida.

Cuando por fin llego el día de desaparecer,

lo bloquee de todas las redes sociales,

ese día fue el más feliz después de tanto sufrir

las diecinueve llamadas de él no me importaron.

Por fin era libre, tenia control de mi vida,

podía ver nuevamente la luz,

sabia que no seria fácil, que él me buscaría,

pero por fin no me daba pena, ya podía sonreír nuevamente.

Pude ponerle fin a esa relación toxica

fue realmente difícil, pero el amor propio que me tengo

me dio las fuerzas de detenerlo.

Puedo gozar de mi libertar, ya respiro aire puro

la vida comenzó a tener sentido,

lo único que puedo hacer, es ser feliz.