𝐄𝐑𝐑𝐎𝐑 ㅡ 𝗻𝗼𝗺𝗶𝗻

𝐎𝐂𝐇𝐎 (𝟖)

Jaemin estaba recostado en el sofá, aun mirando hacia la puerta. Quizás habían pasado quince minutos de la última vez que había mirado hacia allí, por lo que decidió recostarse mirando hacia la puerta. En cuanto sintió el aroma del alfa, como también que la puerta se abría, se arrodillo en el sofá y miró hacia allí. En cuanto Jeno entró miró al mayor y le sonrió, ya que él le sonreía un desde el sofá. Se acercó al mayor.

-¿Cómo estás hyung?- El omega le sonrió y alzó un poco su cabeza, mirando al más alto

-Bien, ¿Tú?- Jeno movió un poco su cabeza y acercó su mano al rostro del mayor, acariciando su mejilla. Jaemin se veía muy adorable, y Jeno quería guardar esa imagen ya que sabía que no duraría.

El mayor cerró sus ojos y movió un poco su mejilla en la mano del menor, haciendo que Jeno sonriera. Para Jaemin eso se sentía muy bien, quizás era la primera vez que recibía una caricia de parte de alguien que no fuese él mismo. Jeno intentó alejar su mano del rostro del mayor, pero Jaemin en cuanto sintió que el menor alejaba su mano acerco la suya a la mano del menor para que se mantuviera allí.

-Hyung, necesito qu- Jaemin negó, haciendo reír al alfa

-Se siente bien- Murmuró, Jeno acaricio nuevamente la mejilla del mayor

-Si quieres me dejas que me quite esta ropa y vuelvo a estar contigo- Jaemin asintió, aún sin soltar la mano del menor- Pero necesito que me sueltes- Jaemin asintió y alejó su mano de la del alfa.

Jeno se alejó y se dirigió a su habitación, suspiró en cuanto cambio su ropa, era extraño este Jaemin pero estaba seguro de que guardaría estos momentos, a pesar de que luego solo fuesen recuerdos.

Jaemin se mantenia mirando hacia donde se había ido el alfa, esperando que se acercara nuevamente. Quizás una parte de Jaemin no estaba completamente de acuerdo con esto que hacía por el menor, pero la gran parte de su ser estaba seguro de que deseaba que esto no cambiara. Quería seguir recibiendo caricias de parte del menor, quería compartir más tiempo con él, ya no quería comportarse como si el alfa le hubiese hecho algo malo ya que la persona que menos lo había dañado, por no decir que nunca lo había hecho, había sido Jeno.