𝐄𝐑𝐑𝐎𝐑 ㅡ 𝗻𝗼𝗺𝗶𝗻

𝐃𝐈𝐄𝐂𝐈𝐎𝐂𝐇𝐎 (𝟏𝟖)

Semanas atrás...

El aroma del omega inundaba todo el lugar, su celo se había adelantado por un simple error del alfa. No había sucedido nada malo, pero que el omega deseara tener una marca y que el alfa dejase besos donde se debía realizar esta marca hizo que el cuerpo del omega reaccionase de ese modo. Jeno no sabía que eso era posible, no sabía que el celo de su omega se podría adelantar por el simple hecho de depositar un par de besos allí, pero así fue, y ahora tenía problemas para controlar toda esa situación.

El omega estaba un poco avergonzado y sonrojado, disculpándose con el alfa. Mientras que otra parte del omega volvía a sentirse mal por el rechazo —negación— del alfa al marcarlo. Jaemin realmente deseaba que el alfa lo marcara y eso era algo que le había dejado claro meses atrás, pero que aún el alfa no estaba dispuesto a hacer. Jeno sostuvo el rostro del mayor en sus manos, haciendo que el omega se sonrojara nuevamente.

— Por favor... —Cerró sus ojos y bajó la cabeza— Sólo dame mis supresores —Murmuró

— No haré eso —Jaemin miró al alfa, no sabiendo que decir en ese momento. Sus piernas temblaron ante la extraña oscuridad que de pronto tenían los ojos del alfa, y tembló aún más cuando las manos del menor bajaron hasta su cintura y lo sostuvieron.

Por muy preparado que se sintiera para estar con Jeno, ahora sentía un poco de miedo. No por el hecho de que pensaba que el menor lo lastimaría o algo así, al contrario, pensaba que no existía mejor persona que Jeno y que sabía lo cuidaría. El alfa notó eso, haciendo que sólo se dispusiera a dar caricias y besos en el cuerpo del mayor.

Jaemon se aferró a Jeno y gimoteó. No podía mentir, eso era un dulce dolor, del cual sólo su alfa podría hacerlo sentir tan bien. Cuando sintió como el menor se acercaba a su cuello, volvió a aferrarse a él. Quizás el dulce sentimiento de sentir que su decisión no era más un error hizo que todo se sintiera mejor.