Contando estrellas.

Lo que no llegué a decirte.

Realmente me gustaría poder decirte todo, desde lo que me duele hasta lo que no, realmente me gustaría que el destino sea bueno y que otra vez sientas algo por mí.

Pero hay cosas que solo pasan una vez, hay cosas que aunque uno las desee simplemente no se cumplen, y está bien.

No sé si haya sido la manera, e incluso si lo sea, pero me enojo, conmigo y con la vida.

Me enojo porque es lo que me sale, porque siempre fui una cobarde, y prefiero enojarme a que intentar calmarme, prefiero lo fácil a que seguir luchando contra mi propia tormenta, prefiero fingir que te odio a realmente sanar como debería y dejarte ir.

Si, me duele, pero todo en la vida duele si lo vemos desde el lado más oscuro, y por eso me duele, porque no me atrevo a decir que en realidad un poquito me curaste el alma, y que un poquito cerraste esa herida que tenía desde todo lo que viví.

Y no me atrevo, no me atrevo a admitir que me gustó todo, desde tu abrazo hasta tu enojo, desde los mensajes hasta las canciones, y desde el amor hasta lo más sincero.

Soy cobarde por quererte así, por querer que algo no tenga final, cuando en realidad todo lo tiene, tenemos un final, uno que me asusta.
No me atrevo a agradecerte, pero lo siento, y sabes que lo siento.

No quiero admitirlo, no quiero porque me duele que tenga que cerrar la etapa, no lo admito porque me duele amarte tanto pero tener que olvidarte.

No hay distancia más dura que la de dos almas, y eso es lo que nos pasó, el alma se distanció y ninguna supo como volver a acercarse.

Y te juro que no hay nada más sincero que lo que intento decirte, no hay nada más lindo que el amor que te tuve (y tengo), pero no hay nada más doloroso que vos ya no me ames así, con locura.

Es que tengo que hacerlo, porque es lo que debo, agradecerte, por todo, por esas canciones que no conocía, por esos mensajes que nunca nadie me envió, por todas las risas que nunca pude sacar, por el amor más lindo, más real, más dulce, más suave que alguien me animó a sentir.

Gracias por todo eso lindo, y gracias por lo malo, por mostrarme una parte del dolor ajeno, por mostrarme que no soy solo yo y que también está bueno escuchar.

Gracias por quererme cuando en realidad vos también estabas rota, gracias por quererme cuando yo no lo hacía, cuando yo sola me perdía.

Gracias, pero sigo siendo cobarde, y el amor nunca fue para los cobardes.

Y perdón, por alejarme y por mis errores.
Esta vez no tengo una canción para la ocasión, pero te la debo, acordate.

Pd: Espero que lo leas, y que sepas que es para vos, después de todo, fuiste lo más real.