—¿Por qué tengo la impresión de que tienes todo el día preparado?
Wooyeop entrecerró los ojos antes de tomar un sorbo de su bebida mirando con atención a Hayoung, quien solo rió con suavidad
—Tu intuición no falla.
—Es un talento, pero realmente estoy curioso.
—Primero vamos a comer.
El menor iba a protestar, pero fueron interrumpidos por el mozo, quien llegó con su comida. Los platos de porcelana blanca con figuras de típicos cerezos fueron acomodados en su mesa; la presentación del sashimi, carpaccio y sushi era preciosa y elegante. También sirvieron una que otra sopa y salsas con distintos vegetales.
Comieron entre una animada charla de trivialidades, bromas y chismes de la escuela, familia y todo lo que les rodeaba en general. Estuvieron un rato disfrutando de la compañía del otro, hasta que decidieron levantarse y salir del restaurante japonés, luego de una pequeña disputa sobre quién iba a pagar; siendo Hayoung el ganador solo porque le dijo que él había invitado y bueno, porque ocultó la tarjeta del menor.
—¿Qué es lo siguiente? Dime.
Wooyeop pinchó una de las mejillas de Hayoung con uno de sus dedos.
—Iremos a casa, vamos a darnos un buen baño, descansar y luego te llevaré por ahí.
Ambos subieron al auto y Hayoung puso éste en marcha hacia su casa. El viaje fue divertido con canciones bien conocidas para ambos mientras cantaban y bailaban. Cuando llegaron al hogar del moreno saludaron a Luna, la alimentaron y se quedaron sentados un rato en el sofá, absortos en algún programa de la televisión.
Hayoung estaba recostado de forma lánguida sobre el pecho de Wooyeop, entre sus piernas, mientras éste acariciaba su cabello distraído y a veces sus dedos se dirigían al rostro de facciones firmes, peinando las cejas, marcando el ángulo de la nariz, perdiéndose en los huecos de las mejillas, delineando los gruesos labios con ese definido arco de Cupido, bajando al mentón carente de vello facial, pasando por el cuello hasta perderse en el pecho, repitiendo el mismo camino una y otra vez.
El moreno caería rendido ante el sueño si el menor seguía acariciándolo cual gato, así que luego de un rato se esforzó por mandar a la ducha a Wooyeop, aunque éste no se resistió demasiado al estar ansioso por saber qué harían después.
Cuando ambos estuvieron listos, salieron de la pequeña casa justo cuando el reloj marcaba las 5:10 de la tarde y poniendo el auto en marcha, se dirigieron a su destino. Hayoung se desvió del camino que guiaba a las grandes y modernas atracciones de la ciudad, metiéndose a una carretera un tanto más solitaria y tranquila, con un paisaje bastante natural.
Luego de un rato, entraron a una especie de campo con una linda iluminación y diversos food trucks a los alrededores. En medio había una enorme pantalla en la cual se reproducían algunos vídeos musicales del momento y unos cuantos carros de distintas formas y tamaños aparcados. Algunas personas estaban dentro de ellos y otras afuera.
Un auto cinema.
Wooyeop recordó con una enorme sonrisa el día en que estaban viendo una caricatura en la televisión y le había dicho a Hayoung que quería ir a un auto cinema como la pareja de la animación. Claro que solo fue un comentario, no creyó que el moreno se acordaría.
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Canciones para ti [ TRCNG ]
RomanceHayoung está dispuesto a llamar la atención de un chico de su universidad, pero no sabe cómo, así que, decide expresarle sus sentimientos de una forma un tanto cliché, con un toque espontáneo y bastante cursi: dedicándole canciones. Y no, no esas t...