Latricia

773 47 0
                                    

Capítulo 23.

Una chica se colocó en el centro de la sala.

Era bajita, algo rellenita, pelo rubio y ojos azules.

-Hola a todos. Me llamo Latricia Lake.

Austin sonrió.

Annabeth se levantó y besó con fuerza al hijo de Apolo.

Éste al no esperárselo, casi se cayó para atrás.

-¿Siempre tengo que ser yo la que dé el primer paso?

Percy rió.

-Así no eres un cliché. -Dijo Thalia.

Annabeth se quedó pensando un rato y dijo:

-Tienes razón.

-¿Entonces estáis juntos? -Preguntó Miranda.

-Por supuesto. -Contestó la hija de Atenea sin dejar lugar a réplicas.

-Si la haces sufrir...

Percy se había colocado detrás de Austin y tenía su espada contra la garganta del semidiós.

-¿M me rebanarás la cabeza?

-Primero cortaré tus trenzas.

Percy hizo un corte a un pequeño mechón de pelo para enfatizar la amenaza.

-C comprendo.

-Me alegro de que nos entendamos.

Cerró su boli espada, le dio una palmada en el hombro al hijo de Apolo y volvió a su sitio con una de sus sonrisas que auguraban problemas.

Austin se acariciaba el pelo de manera ausente.

-Será hijo de Poseidón. Pero da verdadero terror. -Se estremeció Mitchel.

Percy sonrió de manera siniestra.

-¿Nico y tú practicáis juntos cómo sonreír? -Preguntó Jake tragando saliva.

Al hijo de Hefesto no se le había olvidado que en unos años saldría con uno de los hijos de Jackson y eso realmente le aterraba.

Percy era genial como amigo. Pero nadie quería tenerlo como enemigo.

Se preguntó si valdría la pena salir con Tailor.

Pero al ver las sonrisas y las miradas llenas de amor que se dirigían el hijo de Percy y su yo futuro, pensó que aunque le amenazaran, merecería la pena.

El hijo de Hades y el de Poseidón se miraron y se echaron a reír.

-¡Mi futura hija está presentándose! ¡Así que a callar!

-Sí señora.

Una daga pasó rozándole a Connor la oreja izquierda.

-Annie. No quiero quedarme sin hermano. -Se quejó Travis.

La chica gruñó.

-Tengo quince años. Soy buena arquera y se me da muy bien tocar el piano.

Austin le dedicó una amplia sonrisa.

-Vivo en el campamento mestizo.

Los griegos vitorearon.

-¿Por qué hay tan pocos romanos? -Se quejó Dakota.

-La mayoría decidieron quedarse en Nueva Roma. -Explicó Jasper.

Mike gruñó.

-Mis padrinos son tío Will y Thalia.

Los mencionados abrazaron a los futuros padres con fuerza.

Austin preparó una flecha en su arco y preguntó:

-¿Tienes pareja?

-No tengo aún.

Austin volvió a guardar la flecha en su carcaj satisfecho.

-¿Te gusta alguien? -Preguntó Kayla.

Latricia se sonrojó.

-Eso es que sí. -Intervino Travis.

Una flecha le hizo un arañazo en la mejilla.

-los Lake Chase estáis agresivos. -Se quejó el mayor de los Stoll.

Austin le sacó el dedo corazón.

-Qué grosero. -Rió Chris.

Clarisse le dio una colleja.

-¿Y eso por qué?

-Tenía ganas de pegar a alguien.

Chris suspiró resignado.

-Por tantos golpes en la cabeza, me voy a quedar tonto.

-¿Más?

-¡Sherman! ¡Sólo yo tengo permitido pegarle e insultarle fuera de la arena!

El hijo de Ares gruñó pero asintió a su hermana.

-Yo voy a sentarme ya. -Murmuró Latricia.

Se inclinó ante los tronos y se dejó caer al lado de su futuro padre.

¡Por los dioses! ¡Son nuestros hijos! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora