Cahal

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Capítulo 10.

Un chico se colocó en el centro de la sala.

Era alto, muy musculoso, el pelo rubio y los ojos azules rojizos.

-Hola Olimpo. Mi nombre es Cahal McCloud.

Uno de los chicos de la cabaña cinco le estaba analizando.

Un rato después, levantó el pulgar en señal de aprobación.

Cahal sonrió.

-Mi padre es Mark McCloud.

Muchos le miraron sin comprender.

El mismo chico que le analizaba se levantó suspirando.

-Yo soy Mark McCloud.

Era un chico alto, bastante musculoso, pelo rubio y ojos marrones rojizos.

-No sabía que te apellidabas McCloud. -Comentó Drew.

El hijo de Ares resopló.

Mark se sentó y le hizo una seña al chico para que continuara presentándose.

-Mi otro padre no lo diré yo. Mi hermano quiere ser el que lo diga.

Casi todos gruñeron inconformes.

-Tengo dieciocho años.

Clarisse le sonrió y él le devolvió la sonrisa.

-Mis padrinos son Clarisse y Jason Grace.

la hija de Ares chocó el puño con su hermano.

Jason levantó el pulgar.

-Soy bastante bueno en lucha cuerpo a cuerpo y no se me resiste ningún arma.

Ares sonreía como si tuviera un juguete nuevo.

-Yo soy el capitán de la cabaña cinco.

Los de esa cabaña levantaron el puño orgullosos.

-¿Tienes pareja? -preguntó Drew relamiéndose los labios.

Cahal la miró con desdén.

-Mi novia es Hanna Gardiner.

La hija de Afrodita resopló.

Hanna le saludó desde su sitio muy sonrojada.

Cahal miró desafiante a todos los presentes.

Mark analizó a la chica y después asintió conforme.

-¿Alguna otra pregunta?

-¿Peleamos después?

-Por supuesto papá.

Cahal se inclinó ante los tronos y se sentó junto a su padre.

Chocaron los puños y jalearon.

Nota: Cahal McCloud lo he sacado de la saga Vanir de Lena Valenti.

Y como Mark es uno de los hijos de Ares y no se le conoce apellido, yo le he otorgado uno.
Me encanta recibir ideas.

Muchas gracias por leer y comentar.

Espero que os esté gustando.

Por cierto: Recordad que los personajes son del grandioso Rick Riordan.

Yo los utilizo para entretenerme.

Pero podría regalarme a Lee Fletcher para mí. (Después de rebibirlo claro está)

No sé por qué, pero me gustó.

En fin. Dejaré de dibagar.

Un saludo a todos.

¡Por los dioses! ¡Son nuestros hijos! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora