Ashley

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Capítulo 60.

un chico se adelantó.

Era alto, robusto, con el pelo negro revuelto y los ojos color amatista.

-Me encantan tus ojos. -Dijo Kayla.

-A mí me gustan los de Stryder. -Comentó Austin.

Caleb y el chico que aún no se había presentado sonrieron.

-Hola a todos los que estáis aquí. Mi nombre es Ashley Jackson.

-¿Ashley? Pero ese es nombre de chica. -Apuntó Annabeth.

-¡Es mixto! -Espetó el joven.

-Espera... ¿Has dicho Jackson? -Inquirió la hija de Atenea.

-Estamos lentos ¿eh?

-Ashley...

-Lo siento papá.

-Y tú Annabeth, deja que mi hijo se presente en paz.

la chica miró a Ashley con molestia.

Percy se levantó, y al igual que había hecho con sus otros hijos, le abrazó.

Tyson y la Señorita O'Leary le siguieron segundos después.

Cuando los tres volvieron a sus sitios, el chico continó hablando.

Poseidón tenía preparado su tridente. Sospechaba que ese joven era hijo de otro dios.

-(¿Pero de quién?) -Se preguntó.

Descartó inmediatamente a Dionisos, porque era el director del campamento mestizo y su hijo le detestaba.

-(Aunque también se supone que odia a Zeus y...) -Pensó.

Decidió que Ares tenía la culpa esta vez, y le lanzó la peor de sus miradas.

-Tengo diecisiete años.

-¿Te aburres mucho? -Quiso saber Travis.

Percy le miró confuso.

-Lo digo porque has tenido a tus hijos uno detrás de otro incluso varios a la vez.

El hijo del dios del mar se sonrojó.

-Como ya habréis adivinado, soy hijo de Percy Jackson.

-¿Y de quién más? -Se interesó Malcolm.

Ashley sonrió.

-Vivo en la cabaña de mi progenitor divino. Lo único que he sacado de mi padre Percy, es la habilidad de poder entender a los equinos.

-¿Otro dios? -gimoteó el hijo de Poseidón.

El dios del mar apuntaba su tridente en dirección a Ares.

-Percy solito va a llenar las cabañas del campamento. -Rió Chris.

El mencionado se sonrojó.

-¿A quién tengo que matar? Quiero decir... ¿A quién debo castrar esta vez? No, creo que prefiero la primera pregunta. -Dijo Poseidón.

-Estás apuntando al dios incorrecto. -Advirtió Ashley.

-Entonces dime contra quién debo dirigir mi furia.

-Mi otro padre es Dionisos.

Todos los miembros del campamento mestizo se echaron a reír.

Muchos se retorcían en el suelo debido a las carcajadas incontrolables.

-Venga Ashley. Di la verdad. -Pidió Percy.

-No está mintiendo. -Comentó Apolo tratando de aguantarse la risa.

El hijo de Poseidón gritó con indignación.

-¡Tú, dios calenturiento! ¿Qué me has hecho?

Dionisos miraba a todo el mundo con aburrimiento.

-Así que tengo un hermano.

-¡No lo menciones Castor! -Chilló Percy.

-Me siento rechazado. -Dramatizó Ashley.

El ojiverde se levantó dispuesto a ensartar al dios de las fiestas con Anaklusmos.

-A ti te quiero porque eres mi hijo. ¡pero eso no va a impedir que castre al señor D! ¿Quién se ha creído para hacerme un hijo? Seguro que me ha dado vino caducado o algo así.

Dionisos resopló.

-Mira Peter Johnson. Si pasáramos una noche juntos, te aseguro que te gustaría tanto que querrías repetir.

-¡Ni lo sueñes! Además, primero deberías aprenderte mi nombre.

-Ahí está la prueba de que hemos pasado un buen rato. -Comentó el dios del vino.

Los semidioses griegos seguían por los suelos sujetándose la tripa.

Hades apretaba los puños con fuerza.

Poseidón empapó a su sobrino con agua del océano ártico.

Podría hacer más, pero su hijo se estaba encargando del problema.

-¡Seguro que me dejaste inconsciente y te aprovechaste de mí!

Dionisos resopló.

Will se levantó y se acercó a Percy.

-Opino que es bastante perturbador, pero deberías calmarte por el bien de tus hijos.

El ojiverde miró su vientre y asintió.

Will le acompañó hasta su sitio y después se acomodó con Nico en su regazo.

-Sigue con tu presentación. -Pidió Hestia.

Ashley asintió.

-Mis padrinos son Frank Zhang y Piper McLean.

Los mencionados abrazaron al enfurruñado futuro padre.

-¿Sales con alguien? -Quiso saber la hija de Afrodita.

-Tengo una relación desde hace tres años con Caleb Stryder.

-¿Así que tú eres el chico celoso y posesivo? -Preguntó Hazel.

-No lo niego.

Después, se inclinó ante los dioses y se sentó al lado de su novio el cual le besó con hambre.

-¡Oye! ¡No te comas a mi bebé! -Se quejó Percy.

Ashley se sonrojó.

¡Por los dioses! ¡Son nuestros hijos! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora