Capítulo 9

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3 am, mustang speedin'
Two lovers, headed for a dead end
Too fast, hold tight, he laughs
Runnin' through the red lights

Lady Gaga- John Wayne  

9.

Muy bien día lunes, aquí vamos de nuevo.

Despoje mi cuerpo de las mantas haciendo que estas cayeran al frío suelo de por las mañanas y camine hasta el pequeño baño de mi habitación sufriendo escalofríos en los dedos de mis pies. Joder, la primavera estaba a la vuelta de la esquina y aún se podía sentir un frío insufrible.

Refregué mis ojos frente al espejo antes de inclinarme hasta el lavamanos y comenzar el rito de aseo de todas las mañanas para dirigirme hacia el instituto.

En cuanto baje por las escaleras Nancy se encontraba con el desayuno preparado y servido sobre la mesa del comedor, cosa que lamente ya que iba diez minutos más tarde de lo normal.

– Mi niña, ven a desayunar– dijo en cuanto me vio cruzar por el comedor, camino a la puerta de salida

– Voy tarde, me tengo que ir nana– me disculpe y sin decir algo más salí de la casa. A continuación, el sol mañanero me encontró apenas salía de la casa y comenzaba a caminar.

Mis pasos eran marcados y guiados por la música que sonaba en mis oídos gracias a los audífonos, mi cabello se movía al compás del viento y los últimos rastros de nieve se derretían lentamente. Me sentía tan bien anímicamente mientras avanzaba las casas de mi barrio, aunque a medida que el sol calentaba mi rostro y no lograba llegar a tiempo a clase mi ánimo comenzaba a cambiar lentamente. En momentos así me encantaría ser alguna de esas chicas de mi instituto, a las que sus padres le regalan coches y pueden ir de una parte a otra de la ciudad por si solas... No olvidemos que vivo jodidamente en Brooklyn y que no se caracteriza por ser un lugar tan seguro.

Mis pies se apuraron a pisar el suelo cada vez con mayor velocidad, llegando casi a trotar, debía apurarme o perdería la primera hora. Sentía mi mochila bailar en mi espalda y la música en mis oídos sonar más alta a punto de llegar al estribillo, haciéndome distraer por tan sólo segundos. En cuanto salí de mi estado de estupefacción, un coche rojo descapotable se encontraba a centímetros de mi cuerpo en medio de la calle vacía, casi me atropellan. Llevé mis manos a mi pecho. Casi me atropellan por andar distraída.

– Oye ¿estás bien?– guíe mis ojos hasta el conductor y casi dejo caer mi móvil al pavimento. Brandon

– Si, si– musite apenas audible para a continuación correrme del frente del lujoso coche.

– ¿Abby? Enserio lo siento, venía distraído– una pequeña sonrisa adornó su rostro y sentí mis mejillas calentarse.

– Descuida, yo igual– Sin saber que hacer di media vuelta sobre mi eje para retomar el camino al instituto– supongo que hasta luego– dije mirándolo sobre mi hombro.

– No, no. Espera– vi su atlético cuerpo trotar hasta mi lado– déjame llevarte al instituto, vamos tarde y recién casi te atropello– una leve risa escapo de entre sus labios– Como una recompensa- sus ojos celestes brillaron ante un rayo de sol.

Oh. Por. Dios

– Por favor– me suplico y no pude poner resistencia, rápidamente me encontraba subiendo a su lujoso coche rojo.

Fue increíble viajar hasta el instituto junto a él, no paraba de bromear y cantar bajito las canciones de la radio. Una hermosa voz tenía, por cierto.

Save me Honey [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora