Capítulo 15

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  She's standing in the heart of darkness 

 Saying I know you got a soul even though you're heartless

  How could any woman in their right mind be so blind,

 To find something this safe  

  Instead of walking with me she should have walked away  

The Script- Walk away


15.

– Para poder darle un trazo más fino y preciso a las pestañas por favor tomen el lápiz, nada de pinceles en esta parte- escuche decir distraídamente a la señora Parmel, luego de su acotación tome el lápiz mecánico junto a su mina correspondiente y comencé a dibujar aquellas pestañas largas que quería lograr.

Nos encontrábamos dibujando aquella parte de nuestras anatomías que nos permite ver, los ojos y observando la hoja la cual tengo enfrente estoy muy orgullosa de mi ya casi resultado final. El imperceptible reflejo en las pupilas por la luz exterior y la misma dilatación de estas se ven tan reales que por un segundo logran atraparme, quiero percibir algún detalle más por la zona profunda, la parte más oscura del ojo, aquella en la que la luz no logra entrar pero me es imposible ya que se encuentra totalmente negra.

Una vez hube terminado de trazar sus largas pestañas, observado mi trabajo durante varios segundos. Con lentitud y delicadeza comencé a aplicarle color, el cual inconscientemente- o quizá no tanto- se inclinaba hacia la gama de los tonos verdes.

La he cagado con respecto a Harry, lo sé y me siento tan mal. Él sólo se había ofrecido a alcanzarme hasta aquí, a la academia y no tenía por qué pagar mi mal humor por la llamada indeseada de mi madre con el rizado.

Con toda la delicadeza que podía otorgarle a mis trazos comencé a retratar los vividos colores en mi dibujo, guiándome por aquel par de ojos esmeralda que hace apenas horas no apartaban su mirada de mí.

La he cagado.

La forma en que su mandíbula se tensaba ante cada una de mis preguntas y la delicadeza con la que me miraba, pensando que no me daría cuenta.

La he cagado.

Mis manos siguieron bailando junto a los lápices de colores sobre la hoja, verdes más claros a la par de otros oscuros e insaciables, como el verde del interior de un bosque, intercambiaban tonalidades en el centro de cada iris. Por un segundo podía reproducir el rostro de Harry junto a mí, con su rostro adornado de sorpresa ante mis palabras "No, no quiero que seas mi maldito taxi, Harry. No todos necesitan de tu ayuda"

A lo mejor, ahora que pienso en aquello, mis palabras no fueron tan rudas como imaginaba, tan sólo le deje en claro que no necesitaba que me alcanzara hasta aquí. Puede que su reacción fuera un poco exagerada, puede.

Reí ante la bipolaridad de mis pensamientos.

Una vez hube terminado de aplicar cada color, tratando de recordar e imitar aquel par de ojos verdes, sonreí. Era como si Harry estuviera aquí, viéndome, viéndome sonreír ante el resultado final de mi obra.

– Muy bien, señorita Raymond– me exaltó la voz de la señora Parmel, quien apareció por atrás sin hacer ruido alguno– Si ya lo ha terminado, puede entregarlo y retirarse– me sugirió, observando al igual que yo mi pequeña obra de arte.

Echándole un último vistazo a aquel verde, asentí entregando el dibujo, para a continuación poder despedirme de Celine, una de mis pocas amigas en la academia, y de la profesora para a continuación esquivar una serie de bancos y salir del salón para más tarde salir del edificio.

Save me Honey [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora