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Abrí la puerta de casa entrando en esta lentamente, demasiado cansado para mi gusto, una fuerte mano me tomó por la cintura obligandome a voltear, tus dulces labios apretaron los míos, dulce, hambriento. En un vago intento logré cerrar la puerta de casa y seguidamente pegaste mi espalda a esta, no sin antes retirar mi mochila de mis hombros tirandola sobre uno de los sillones cercanos. crucé mis brazos alrededor de tu cuello y tus manos hicieron presión en los costados de mi delgada cintura, nuestros labios encajaban tan bien moviéndose al compás de un desenfrenado beso, mordiste mi labio inferior, obteniendo que abriera mi boca mientras un jadeo se ahogaba en tus labios, tu lengua no tardó en invadir mi boca, comenzando entre ella y la mia un juego que ninguna quería perder, produciendo obscenos sonidos y ahogados jadeos que se perdían en el chasquido de nuestros labios.
─Alguien estaba algo desesperado─ dije separando nuestras bocas, viendo como un hilo de saliva las mantenía unidas
─ ¿Tú no?─ respondiste mordiendo el lóbulo de mi oreja derecha
─No me quejo─ dije acercando una de mis manos a tu entrepierna apretando suavemente, sacandote un pequeño jadeo a cambio
─Oh mierda J-Jungkook─ dijiste mirándome a los ojos─ te adoro─ sonreíste
─ Créeme que yo también─ dejé un pico en tus labios y me encaminé a mi habitación, siendo consciente de que a tu pequeño problema lo ibas a tener que arreglas con tu diestra.

The devil ~Taekook~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora