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Nunca hubiese imaginado que aquél cuarto hubiera sido tan grande, paredes rojas como todo lo demás, incluso la cama a la que me encontraba esposado estaba cubierta con unas suaves sábanas rojas. Enfrente mio habia variedades de cintos y latigos colgados muy ordenadamente, al costado izquierdo de la cama habia un gran sillón color carmesí, del techo colgaban dos cuerdas bastante gruesas, las cuales terminaban con unas esposas negras de terciopelo. Habia mordazas, antifases, corbatas de diferentes colores.
La cama tenia un arnes color negro el cual constaba de dos muñequeras y dos tobilleras de velcro.
Las fustas colgaban de unos ganchos que habia en la pared y el solo hecho de verlas hacia que un escalofrío recorriera mi columna vertebral.

─Bienvenido al cuarto rojo Jungkook─ susurraste subiendote a horcajadas encima mío, tenías un antifaz en tus manos y cuando quise reaccionar te encontrabas mordiendo y chupando mi cuello mientras mis ojos ya no veian nada debido a que los tenia cubiertos ─ no te preocupes, hoy no haremos mucho, todavía faltan cosas por descubrir─ abrí mi boca para darle la bienvenida a tu lengua, la cual no seguía un compas lento ni rápido. Tus manos estaban apoyadas en mis abdominales y tus dedos recorrian lentamente los mismos, el calor que emanaban tus manos penetró mis sentidos y mi estupido pantalón comenzó a molestar, pero no podia quitármelo ya que tenia mis manos esposadas al respaldo de la cama.

Te separaste de mi y sentí como te deslizabas hasta conseguir librarme de mi pantalón.
─ Alguien está algo desesperado─ dijiste pasando tu mano descaradamente por mi ya notable erección, yo gemi bajo ese acto y seguidamente te bajaste de encima mio para poder sacarte el pantalón que traias puesto.
Te sentí nuevamente encima de mis piernas y las abrí para que pudieras ubicarte entre ellas, rozaste mis labios e imitaste el movimiento de una embestida logrando que nuestras erecciones cubiertas solo por unos boxers rozaran entre sí sacandonos unos pequeños jadeos. Aumentaste el movimiento pélvico, moviendote de arriba hacia abajo y luego deslizándote un poco por encima de mi miembro, sé que en tu rostro habia una sonrisa lujuriosa debido a la manera en la que gimoteaba, pero es que amaba ese sentir, se sentía tan bien el hecho de que te estabas frotando desvergonzadamente contra mí.
Mordiste mi labio inferior recibiendo un gruñido a cambio, en ese momento podia jurar que sentir tu respiración agitada y tus jadeos era como tocar el puto cielo mientras ardia en el infierno.
─ A-ah Tae-Taehyung─ grité al recibir aquella embestida falsa, sentí el líquido viscoso inundar mi ropa interior
─ Jungkook a-ah─ dijiste lamiendo tus labios y solos dos roces más, los cuales fueron más pronunciados y acabaste en tu ropa interior.
Tu aliento caliente chocó en mi miembro todavia erecto y tu lengua delineó una franja en este.
Descubriste mis ojos y me besaste, podia ver tu frente descubierta y tus labios hinchados.


Incluso si me vuelvo más adicto a ti, eso está bien.

The devil ~Taekook~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora