The devil ~Taekook~

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Atarme a la cama era tu nueva adicción al parecer, solamente que esta vez me encontraba boca abajo.
Tuvimos una charla en la que acordamos que la palabra clave iba a ser "rojo", asi que en este punto ya no habia más de que hablar.
Estabas desnudo y yo también lo estaba, tenias una fusta de cuero en una mano y te encontrabas de pie al lado de la cama.
─Esto es por haber follado con otro tipo─ solté un pequeño quejido al sentir   la fusta estrellarse contra mi piel, luego de unos segundos comenzó a arder
─No hagas ruido─ ordenaste. Mi erección dolia de una manera insoportable y lo único que podía hacer era frotarme a la cama, no como quería porque me encontraba atado pero funcionaba.
─No hagas eso─ la fusta aterrizó contra mi culo y mi cuerpo saltó debido al impacto
─Eso fue por haber dicho que era mi culpa que estés en la mierda, y esto por haberme hecho pasar noches enteras sin dormir─ cerré mis ojos esperando sentir la fusta pero fue una de tus manos la que chocó contra mí.
─Mm-a Taehyung por favor desatame quiero masturbarme por favor─ implore
─¿Quieres masturbarte?─ reiste y seguidamente la fusta golpeo fuertemente mi trasero.
Fugazmente me desataste y me permitiste mirarte, te subiste a la cama y miré tu miembro, de este goteaba líquido pre seminal.
─Vamos a hacer lo siguiente, algo así como el voyeurismo bebé, solamente que los dos nos vamos a masturbar y darnos placer, ¿entendido?─ besaste mis labios
─Si─ me arrodille sobre la cama y abrí mis piernas, tú repetiste mi acción.
Tiré mi cabello hacia atrás y dirigí una mano a mi pene. Miraba como tu delicada mano hacia un vaivén en tu miembro mientras soltabas gemidos tan hermosos que lograban excitarme más.
Jugué con mi glande restregando mi mano por esa zona. El vaivén tomó velocidad y los jadeos y gemidos incontenibles llenaron la habitación. Tu cuerpo tonificado me tentaba. Pasabas la lengua por tus labios y los mordias. Hacias un movimiento tan sensual con tu cadera y yo solo quise ir más allá, solté mi miembro y mis largos dedos se dirigieron a mi entrada, jugué con ella y luego un dedo fue introducido, penetrarme bajo tu mirada era demasiado entretenido, un dedo más acabó en mi interior, con la otra mano volví a tomar mi pene, la doble estimulación era demasiado, con tres dedos fue suficiente, estaba demasiado mojado y estrecho, una embestida fuerte y mi dedo rozó mi próstata.
─Mierda─ jadeaste y supe que habias llegado
─Joder ─dije entre lloriqueos y mi mano fue cubierta de semen.

Nuestras sesiones de sexo eran fantásticas y más porque al final siempre nos ibamos a bañar juntos mientras me hacias cariños y me decias lo mucho que me amabas.