0.8

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Después de un rato llegamos al aeropuerto. Un joven que trabajaba ahí llevo nuestras maletas hasta que las documentamos. Pasamos por el detector de metales, y después llegamos a la estación. Poco después llamaron al vuelo 00287, que era nuestro vuelo, pasamos por el pasillo que parece oruga. Entramos al avión y me senté en el asiento que me tocaba junto a Gus. Me quede dormida en su hombro y cuando llegamos me despertó de la peor manera que pudo haberme despertado. Me tiro el agua de su botella. Y me enoje, como era lógico, y él se comenzó a reír. Y todo el camino del aeropuerto hasta el hotel yo traía una cara de mil demonios y Gus no paraba de mirarme y reír.

-Ya Paula –dijo picándome el hombro –No te enojes. Solo fue una manera de despertarte. ¿O querías que te besara para despertarte?

-Púdrete –le dije enojada.

-Paula – dijo pero yo seguí caminando. Estaba muy enojada. Primero me levantan temprano, y después me mojan, eso ya era el colmo. – Por favor. No te enojes, me pase. Lo sé, perdón. Solo, solo discúlpame.

Seguí caminando. No le pensaba a hablar. Él sabía que no me gustaba mojarme, y lo peor es que esa camisa con mangas que traía me la había regalado Ruel, para que me la llevara a Miami.

-¡Paula! –dijo en tono suplicante –No inventes, ¿qué quieres que haga para que me perdones?

-Que te calles y me dejes me paz –dije enojada

Me tomo del brazo y me jalo hacia él. Y me abrazo.

-Si no me quieres escuchar por tu voluntad, entonces que tendré que forzar. Sabes que te quiero, y solo era porque somos amigos. ¿Dejaras que nuestra amistad se vaya al diablo por una simple broma?

-Suéltame y te perdonare.

Me soltó, y lamentablemente tenía que perdonarlo.
Mientras me acusaba a mi misma por haberle prometido perdonarlo, vi que atrás de él estaba la piscina. Y como toda buena mejor amiga... Lo empuje

-Ahora si te perdono cariño –dije y camine junto con mis padres, Nacho y Alicia.

Escuche que Gus me decía "Eres una tonta" y después comenzó a reír. Lo conocía lo suficiente como para saber que no se molestaría como lo hice yo. Poco después voltee a ver y pude notar que Gus ya había salido de la piscina y comenzó a correr hacia mí.

-¿Así que me mojas? –dijo y después comencé a correr yo. –No te me vas a escapar querida –dijo él.

Corrí, pero la verdad no soy muy buena corriendo, y termino alcanzándome. Me abrazo por atrás y me mojo toda, aun más de lo mojada que ya estaba.

-Eso te pasa por tirarme a la pileta. –rio – ¿Te volviste a enojar cascarrabias?

-No –sonreí –Pero te prometo que si lo vuelves a hacer, no te voy a hablar por lo menos por unas semanas. –dije seria.

Estábamos caminando juntos, un poco más atrás que los demás, y entonces se escucho una voz. Una voz aguda y distante. Esa voz era irritante, a pesar que no tenía nada en especial más que la agudeza, era realmente irritante.

-¿Gus? –dijo esa voz – ¿August Vegas?

Mire a Gus interrogante y el hizo una mueca. Como si no reconociera esa voz. Pero en realidad, yo estaba segura, que se la conocía. Los dos volteamos hacia la voz y vimos a una chica. Era más baja que yo. Cabello rojizo, ojos verde oscuro, labios delgados y finos, nariz respingada, sonrisa perfecta, tenia pecas. Era delgada y de piel blanca, blanca pálida. Tenía una media cola, y su cabello era largo, era lacio pero terminaba en caireles. Era... era bonita.

-¿Samantha? –dijo Gus – ¿Samantha Avery?

-¿Cómo has estado Gus? –dijo sonriendo. Como si estaba muy entusiasmada de volverlo a encontrar. Llego y lo abrazo. Después me volteo a ver y me sonrió.

-Bien gracias Sam –dijo Gus sonriendo también – ¿Y tu como has estado? ¿Cómo esta Tucker?

-Bien. Hemos estado bien. ¿Ella es tu novia? –dijo sonriendo. No parecía molestarle la idea de que yo fuera su novia, como creí que pasaría.

-No –dijimos al mismo tiempo –No –dije yo –Somos amigos.

-Me llamo Samantha Tucker –dijo –Conocida de Gus.

-Paula Gatti. Mucho gusto –sonreí

-Se verían bien como pareja –sonrió

-Gracias... creo –dije – ¿De dónde conoces a Gus?

-Fuimos muy amigos hace tiempo. Íbamos en la misma escuela.

-Y después me cambie a esa en donde vamos –me dijo

-Que bien –sonreí

-Espero verte pronto Gus –dijo y sonrió

-Igual–dijo y sonrió


-Veo que son muy amigos. Me alegro –sonreí. Y es que la verdad me alegraba. Es bueno llevarse bien con los viejos amigos – ¿Desde hace cuanto se conocen?

-Cuando tenía nueve la conocí. Y a los diecisiete me cambie de escuela.

-¿Ocho años?

-Algo así –sonrió –Fueron lindos tiempos los que pase con ella. Y la extraño sabes. Ella era una muy buena amiga, una de las mejores.

Y eso me daño. Porque aunque sabía que la conocía hace mucho... eso jamás lo había dicho de mí.
Asentí y seguí caminando, a pesar de que quería decirle como me sentía con esa situación, decidí callarlo. Quizá eso era lo que no le gustaba de mí. Tal vez yo no era esa persona de los "lindos tiempos" o esa "buena amiga" o "una de las mejores" por el simple hecho que era muy sentimental y todo lo decía. Tal vez no era la mejor amiga de Gus porque siempre le expresaba sus sentimientos, y a él no le gustaba eso, tal vez.

Cuando llegue al cuarto que compartiríamos Alicia y yo, la habitación cinco del piso tres, toque para que ella abriera. Me abrió Nacho.

-Hola –dije desanimada

-¿Qué tal? –dijo y yo lo mire. Después cambie la mirada hacia adentro del cuarto y me metí sin contestar. – ¿Que tienes Paula?

-Nada –dije –Lo mismo de siempre. ¿Quieres algo?

-De verdad. ¿Te sucede algo?

-¿Me puedes dejar a solas con Alicia? –le pregunte –De verdad. Después te cuento. Te lo juro.

-Está bien –dijo y sonrió. –Después hablamos hermanita –dijo y me abrazo, me beso la frente y después me susurro al oído – ¿Tiene que ver con Ruel? –negué y el sonrió

-𝖊 𝖓 𝖆 𝖒 𝖔 𝖗 𝖆 𝖒 𝖊- [Ruel] 2da T.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora