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Lo mire una última vez, sonríe y después lo tome de la mano. Comencé a caminar hacia el jardín. Caminamos con paso lento, pero seguro. El tenía su mano bien agarrada de la mía, como si con soltarme yo fuera a correr y nunca regresar.

-¿No te parece linda la noche? –dije parándome en medio del césped y mirando hacia el cielo. –Amo como las estrellas iluminan la oscura noche.

-A mí me gusta ver como iluminas mi día

-Que cursi –dije sonriendo. Y mientras me agachaba para sentarme en el piso agregue –Siéntate conmigo –Palmee el césped que estaba a mi lado derecho

Asintió y se sentó en donde yo le indique, paso su brazo por mis hombros y me acerco más a él. Era muy romántico, desde mi punto de vista, estar los dos desvelándonos, juntos sentados bajo la noche y queriéndonos. Quizá no nos estábamos besando, pero sabíamos y sentíamos que el otro nos quería.

-¿Si no fueras mi novio, de quien serias novio? –dije mirando el cielo. Amaba mirar las estrellas

-No lo sé –dijo apretando mi hombro –Tal vez estaría soltero

-Interesante –dije y lo voltee a ver por un segundo, después volví mi mirada hacia el cielo.

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Y ahí estaba yo. En clase de Historia Universal de Europa, era mi primer día, y la maestra ya me caía de la patada. Llegue dos minutos tarde. Dos minutos, solo eso. Y ella me había hecho un teatrito. Y peor aún, me mando a detención. Le explique que vivía también con tres chicos y dos chicas, y que todos se tardaban años, y como soy tan afortunada me había tocado bañarme al último, y por eso llegue dos minutos retrasada. Pero ella dijo que ese no era su problema, y tenía razón, pero me enfureció porque, después de correr un maratón, del cuarto al salón, de punta a punta del edificio, después de sudar y fatigarme, ella me castiga como si no hubiera asistido a clases. Y solo habían sido dos minutos, ciento veinte segundos, solo eso.

-Quiero que hagan en parejas la pagina doce de su libro de Historia –dijo con su voz de pato. Como me caía gorda esa señora.

Tenía como cuarenta años, y aunque no es mucho, se veía vieja, tenia joroba, dientes de burro y aparte amarillos, ojos de un verde muy peculiar, pero estaba ciega, ocupaba lentes de garrafón, de esos muy grandes y redondo, se pintaba y parecía travesti, estaba gorda y chaparra, y era negra. Bueno, era morena, pero de lo mal que me caía yo la describiría negra. Y no es racismo, pero en realidad la veía negra como la noche, o aun más oscura. Era la "Señorita Harrison" Pero para mí era "La vieja ciega" Yo no soy mucho de poner apodos o ser irrespetuosa. Pero esa señora me caía mal, re mal y lo que le sigue.

-Señorita Gatti. ¿Está haciendo la página? –dijo su voz de pato que tanto oído. Me saco de mis pensamientos y me sobresalte.

-Si –dije sonriendo satisfactoriamente

-Bueno –dijo sonriendo a su vez -¿Podrías pasar a darnos la respuesta de la primera pregunta?

-Si –dije con voz firme. Aun que en realidad por dentro estaba... solo una palabra lo puede describir. "Mierda"

-Ok –dijo tomando uno de sus plumones para pizarrón. –Pasa por favor

Me levante con actitud decidida y despreocupada, aunque por dentro no estaba así, si no todo lo contrario.

Comencé a caminar hacia el pizarrón, y de repente alguien me tomo de la mano, eso me espanto, porque, de por sí ya estaba nerviosa y alerta con lo que "Doña negra" me acababa de poner. Voltee y vi a Tucker. Me tenía tomada de la mano. Su mano era cálida y suave. Diferente a la textura de la de Ruel. Me sonrió cálidamente y me entrego su libro

-Yo tengo la respuesta. Ten –articulo para que la maestra no lo escuchara –Solo copia la respuesta –volvió a articular y me guiño un ojo.

Sentí como el corazón se me aceleraba. Pero no como con Ruel, era una aceleración menos rítmica y más acelerada.

-A ver para cuando –dijo la maestra en tono fastidiado

Le envié una mirada asesina, como dicen por ahí, y al parecer si la recibió, porque sonrió burlonamente. Camine hacia el pizarrón y copie lo que me había dado Tucker hace unos momentos.

-Y a la otra, si no me va a querer esperar, mejor no me pida que conteste sus preguntas –dije con furia y fluidez.

Se me quedo mirando por un momento, extrañamente su cara era aprobatoria, no ofendida. Y después vino lo que supuse que vendría, me saco de la clase. Y eso lo agradecí, no aguantaba estar ni un segundo más en esa aula con esa changa.

Camine hacia mi casillero para dejar los libros, afortunadamente esa era mi última clase del día. Guardaba mis cosas y me percate de que tenía el libro de Tucker, no se lo había entregado. Después de meditar la situación decidí guardar su libro en mi casillero, y devolvérselo al día siguiente.

Comencé a caminar, y entonces sentí que alguien me miraba. Voltee para atrapar al chico o chica que me estaba espiando, pero no vi a nadie. Volví a voltear hacia enfrente para volver a caminar hacia la cafetería y entonces choque contra alguien

-Perdón... -dije -¿Tucker?

-Hola –sonrió –Quería acompañarte para que no te quedaras sola

-Gracias... -dije -¿Te saltaste la clase?

-Solo faltan veinte minutos y acaba. Es poco -sonrió

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Aquí les dejo el capitulo de los viernes :)

Si quieren me pueden seguir en twitter como - shawnftfaivsos 

me gustaria tener mas mutuals que stanean a Ruel ya que no tengo muchas ♥

Nos vemos en el proximo capitulo 

-𝖊 𝖓 𝖆 𝖒 𝖔 𝖗 𝖆 𝖒 𝖊- [Ruel] 2da T.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora