Soltó otra risa mientras caminaba por aquel pasillo. Se aferraba a los brazos entrelazados de sus tres engreídas mejores amigas. Party, Volley y Blue Pearl. Sostenía entre sus manos un tupper color rosado translúcido donde habían algunas trufas de chocolate. Ellas tras las clases las iban a comer, debido a que este postre tenía un ingrediente secreto. La cabeza en miles de ocasiones llegó a darle vueltas por las trufas y su magnífica cocinera les encantaba hacerlas: Spinel.
Spinel era una muchacha de veinte años que iba al instituto solo para atormentar a su hermana menor: Volley. Y aunque consideraba a las otras también como hermanas, en realidad eran primas. Spinel era cuidada por su tía, debido a que su madre decidió abandonarla a ella y a su familia.
Todo resultaba perfecto, hasta que el timbre sonó.
—Adiós, babys~ —se despidió pícara ante sus familiares, que se despidieron con un beso en la mejilla. La teñida mayor, acomodó su vestido y comenzó a caminar hacia la entrada del instituto.
—Señorita Diamond —un brinco se observó presente en aquella dama. Se giró y observó a un hombre alto, cabello rizado morocho y vestido formalmente. Levantó una ceja.
—Buenos días, señor Universe —él soltó una suave risa.
—¿Qué es eso? —señaló el tupper.
—Son unas trufas.
—¿Se las acercas a tu hermana y compañía? —asintió.
—Por supuesto: como buena hermana —vaciló.
—¿Puedo probar una? —le arrebató el tupper de las manos. Aplanó los labios nerviosa.
—Creo es una mala idea —lo agarró con fuerza.
—¿Por qué? ¿No le enseñaron a compartir?
—E-Es que... —su mente comenzó a hacerse un embrollo de excusas. —... ¡No tienen sal!
—¿Sal?
—¡Quiero decir, azúcar! ¡Sí! ¡No tienen azúcar!
—Pero es escencial para las trufas.
—Sí, pero se me olvidó —se dio un torpe golpe en la frente, intentando calmar los nervios —¡qué bobis!
—¿“Bobis”?
—¡Boba! Quise decir, boca... —suspiró.
—La notó nerviosa, Diamond —ella negó con la cabeza.
—No se preocupe, estoy bien —él contuvo una risa.
—He oído que es marihuana —soltó finalmente. Ella se paralizó. Buscó con la mirada a alguien que oyera la conversación, pero la portera, la única que puede oírlos, estaba entretenida jugando Minecraft en el teléfono.
—¿Qué cosa? —fingió inocencia.
—Las trufas. Que contienen marihuana —ella tragó saliva.
—¿Quién... Le dijo? —arrastró las palabras.
—Party dijo algo de eso cuando estaba media... —buscó la palabra adecuada —... Ida en una clase. Me la llevaron a dirección por causar disturbios.
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The Sugar Daddy's Toy | Stevnel
FanficElla siempre le faltó amor y él se lo quería brindar a una bebé. Ambos se necesitaban, por algo estaban juntos.