CAPITULO XXII

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Maratón 4/4: 

Me desperté por culpa de alguien levantándose de mi cama, y al mirar vi a Miki saliendo de la habitación siguiendo a Sabela y a otra persona que no pude apreciar no sin antes darme un beso en la frente, sin hacerles caso me gire en la cama para volver a dormir pero adivinar que pasa, la música empezó a sonar y con ella me empecé a desperezarme mientras miraba alrededor y no encontrar a ninguno de mis compañeros.

Me parecía raro que todos con la primer canción se levantaran, y encima aun más teniendo en cuenta que se habían ido antes de que sonara. Con esos pensamientos oía ajetreo afuera como si un montón de personas estuvieran aglomeradas y mandándose callar entre ellas.   

— ¡¡Felicidades!! - gritan todos cuando me ven salir de la habitación 

— ¡Joder, que susto! - grito a todo pulmón, que creo que sin yo tener micro las personas que estuvieran en el directo lo habían escuchado perfectamente - no hagáis eso nunca, que me da un infarto - me queje

— Pero es tu cumple y hay que celebrar desde por la mañana - dice Marilia

— Y mi santo - anuncia feliz Carlos

— Lo importante aquí es.... ¿va a haber cerveza y pizzas para cenar? - habló Marí a la cámara

— Puede - nos respondió por megafonía Noemi, causando que todos nosotros celebráramos

Todos se fueron al comedor mientras yo me dirigí a los armarios con alguien enganchado en los hombros, ese alguien era Carlos.

— ¿Qué quieres pesado?

— Tengo algo que decirte - dice nerviosos

— ¿Qué ella y tu estáis liados? No me hace falta que me lo digas, os veo 

— ¿Tan obvio somos? 

— Si, cariño, me voy a cambiar


[...]


En la clase de Miqui, puso una canción de Feliz cumpleaños  diciendo que me identificaba muy bien con ella, lo que causo la risa de todos y que se pusieran a cantar, mientras que yo me puse roja de la vergüenza que me daban. 

— Laia, llamada - anuncio una voz por megafonía, entonces me fui a la habitación con varios siguiéndome

— ¿Hola? - digo insegura 

Hola, cariño, felicidades en este dia especial  - me respondió una voz que conocía muy bien 

— Abuela - digo llorando 

¿Qué tal mi niña?  Que lo estas haciendo fenomenal, sigue así, con esa fuerza y ese poder que tienes dentro

— Muy bien Abu, ¿Cómo estáis todos por ahí?

Bien, todos viciados con OT, la academia nos ha hecho este favor de poder hablar contigo en este dia. Pero no soy la única

Hola princesa - dicen mis padres al unísono - sentimos mucho no haber ido a Madrid a la firmas 

— No pasa nada, yo se que me estáis apoyando desde casa o el trabajo, y con eso me basta 

Les tengo a todos locos allí en la comisaria con tus canciones

Y yo en el hospital, no hay dia que no te echemos un vistazo, princesa

Seguimos hablando un rato, lo cual agradecí un montón a Noemi de no cortar la llamada, nada más acabar de hablar Miki, Julia, Sabela y Marta entraron para darme un abrazo, pero el que no se separo completamente fue Miki, ya que él paso un brazo por mis hombros y así abrazarme de lado.


[...]


— A ver, dejarme paso, por favor - pide Noemi para ponerse enfrente de la persiana - tengo varias cosas que deciros, 1, la cámaras se apagaran cuando yo me vaya, 2, sois todos mayores, responsables y sabéis como beber, tener cuidado cuanto bebéis que mañana tenemos que trabajar. Y 3, tenemos una sorpresa - dice mientras va sacando las cosas, hasta terminar sacando una tartita con el numero 24 en ella - sopla hija mía 

Nada más soplar las velas Noemi, saco cajas de pizza junto a cervezas poniendo a todos histéricos, pero la que más emocionada con las cervezas estaba era Marí.

— Antes de nada, tenemos que agradecer a Lai por nacer este dia y a la academia haya preparado todo esto - anuncia Julia con el bote en alto - ¡¡Salud!! 

Estuvimos todos bebiendo y comiendo juntos pasándola bien, y lo que no puede faltar es la música, donde todos cantando a coro empezamos a cantar varias canciones como Atrévete-te-te, Viva la vida, Robarte un beso, que en esta ultima sentí una mirada encima mía que al pasar mi mirada por todos el causante era Miki.

La fiesta se traspasó a la sala grande donde nos pusimos a bailar como unos locos  y de un momento a otro montamos un karaoke, eso si sin parar de beber que parecía que estuviéramos en una discoteca. Julia y Carlos se fueron en un determinado momento que nadie se dio cuenta, y yo estaba feliz bailando con Marta hasta que Miki me arrastro hacia él y los dos nos pusimos a bailar, muy pegados tengo que decir.

No contento con eso, cogiéndome de la mano me arrastro hacia los armarios donde me apoyo contra un mueble y él se puso delante de mi. 

— Eres hermosa - dice acariciándome la mejilla 

— ¿Aun con todos mis defectos? - digo con la mirada fija en sus ojos 

— Con todos ellos, eres más hermosa Lai

— Tu eres un ángel Miki, eres perfecto Miki 

Son muchos años que pasaron sin robarte un beso, solo quiero robarte un beso. Y por esa boca no me importa ser ladrón... - canta la canción mirando mis labios detenidamente 

No puede ser que en un segundo me perdí en tu mirada, cuando yo por dentro gritaba déjame robarte un beso que me llegue hasta el alma - cante otro trozo de la canción, alternando mi mirada de sus labios a sus ojos - hazlo - le susurre mientras me acercaba a él - hazlo - sentí su aliento mezclándose con el mío 

— Encantado - dice con una sonrisa de lado

Al acabar de decirlo, Miki ataco mis labios fundiéndonos en un beso cariñoso pero a la vez salvaje. Sus labios eran tan suaves que contrastaba con su barba lo que me volvió loca, sus manos se encontraban en mi cintura pero una de ellas se encontraba en mi mejilla mientras que las mías se encontraban despeinándole y algunas veces le tiraba del pelo. 

Pero lo bonito no siempre dura porque nos tuvimos que separar por la falta de aire en nuestros pulmones, sin mirarnos a los ojos apoyamos nuestras frentes y asi mantenernos juntos.

— Te quiero, Laia Genes 

— Te quiero Miki Núñez  

— Dios, cuanto deseaba esto - se quejo para volver a darme un beso - Lai, te quiero con toda mi alma, significas todo para mi...

— Tu si que significas todo para mi, Miki, te amo ¿vale? - le digo, pero él se queda parado - puede que eso haya sido rápido, pero desde que te vi me atrajiste y se que en ese momento estaba con pareja pero estábamos mal. Luego estar encerrados aquí, yo soltera, y esa semana, dios esa semana que nos toco cantar juntos

— Fue la mejor de todas - dijimos a la vez - ¿quieres ser mi novia? - me pregunta él, y no puedo responderle mejor que dándole un beso muy intenso - eso aclara todas mis dudas - sonríe para luego volver a besarme - me he vuelto adicto a tus labios

— Y yo a los tuyos - reí bajito 




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