Gladiadoras construyendo la ciudad...|OT2018, tu historia|

CAPITULO XXXIV

No hay nada mejor que un día después de gala que salir a dar una vuelta por el campo. 

Y es que después de un repaso de gala donde algunos solo escuchan cosas malas de una actuación que para ti ha sido el mejor pase de micros que has hecho en toda la semana, pues es bueno despejar la mente respirando aire limpio.

Además teniendo en cuenta a la altura del programa en el que estamos, necesitamos desinhibirnos aunque sea un momento del programa, ya sea alejarnos de las cámaras ó ver algo distintos que esas mismas habitaciones pues ayuda un montón a controlar la ansiedad. 

Más de uno de los 16 que éramos al principio, sufrió un ataque de ansiedad antes, durante ó después de una gala, en los que me incluyo yo. Esa Gala 3, donde me tire toda la semana enferma y que hice todo lo que pude para cantar la canción, pero eso a mis emociones no le importaron y sufrí el ataque de ansiedad.

Pero dejemos de hablar del pasado, y centrémonos en el presente.  

— Solo me falta Freya, y esto es perfecto 

— Bueno, cuando se acabe esto, podemos hacer cosas así - dice Miki con una gran sonrisa, mientras nos agarramos de las manos - Tu y yo saliendo a citas, donde tu quieras 

— Si nos lo permiten Mike, cuando salgamos de aquí nos van a perseguir por la calle - digo riendo - Ya veremos como lo hacemos, pero esas citas se van a hacer

— Eso no lo dudo, tattoo - dice para darme un piquito  - Pero imagínate esto, un día de lluvia acurrucados en el sofá con una manta y palomitas, para hacer un maratón de películas - susurra en mi oído 

 — Ooh, sabes como ganarme - digo una sonrisa de enamorada, para luego acercarnos y así darnos un buen beso

— ¡Eeh, parejita! - grita Marta desde una gran distancia, asustándonos y explotando nuestra burbuja de amor - ¡Noemi, dice que tenemos que irnos ya para la academia!

— Menudo pulmones que me lleva  

— Perfectos para cantar alguna canción de opera ó de Mónica Naranjo  

— Venga, que Mama Noe es capaz de venir a cogernos de la oreja para llevarnos arrastrando hacia la academia 

Cuando llegamos con los demás se rieron de la pequeña carrera que tuvimos que pegar ó por la escena que nos hemos montado solos. 

— ¿En serio, que no nos podemos quedar un ratito más? - pregunta la gallega 

— Es verdad, solo un ratito más Noe - suplica Natalia

— Chicos, ya ha pasado la hora que tenia acordada y todavía nos falta la vuelta, así que poner esos culitos en marcha y sin ninguna parada. ¡Vamos! Izquierda, derecha, izquierda, derecha

— Así parece que estamos en el ejercito 

— O que somos unos bebes patos y Noe es la mama pato a la que seguimos en filita para no perdernos - sigue Julia

[...]

Ya en la academia, la  mayoría de nosotros buscamos las mantas para tumbarnos en el sofá, menos Sabela y Marta que se fueron a la terraza a seguramente hablar de las nominaciones y de como se sienten. 

No fui con ellas, ya que notaba que ese momento deberían de estar sola como el que tuve con María la semana pasada, así que me senté en el sofá con la libreta a intentar escribir algo pero fui interrumpida por la cabeza de alguien apoyándose en mi piernas.