Parte 7

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Su no bajo en todo el día, según Nessa, se debía a un potente dolor de cabeza, que no la permitía abandonar la cama, posiblemente causado por la bebida de la noche anterior.

Por la noche, justo antes de la cena, le mando llamar a su dormitorio.

*-¿Esta segura Nessa?

*-No es apropiado señor, pero apenas puede moverse.

Una vez dentro de su dormitorio, pego su espalda a la puerta, no se fiaba de sí mismo.

*-Su, ya estoy aquí.

*-Acércate, estoy en la cama y no te veo bien.

*-No deberías de recibirme en tu dormitorio.

*-¿Y quién se va a enterar?

No pudo por menos que sonreír y acercarse hasta el dosel inferior de la cama.

*-¿Qué ocurre?

*-Supongo que mi organismo no pudo soportar el alcohol. Me duelen todos los músculos del cuerpo.

*-Eso no es por culpa del alcohol Su, si no de nuestro...

*-¿Acoplamiento...?

Él sonrió ante la expresión.

*-Si

*-No estaba segura de que hubiera ocurrido realmente. Creí que podría ser un sueño.

Solomon se agarró con fuerza al dosel de la cama.

*-No lo fue.

Ella le aparto la mirada y eso no le gusto en absoluto.

*-Deberás ir solo a la fiesta, hoy no podre a compararte, hazte acompañar por George.

*-¿No tienes nada más que decir Su?

Ella continuaba sin mirarle.

*-Sucedió porque estábamos bajo el efecto del alcohol. No tienes nada que temer Solomon, yo no te hago responsable. Tampoco ha ocurrido nada catastrófico. Nadie espera verdaderamente que una viuda sea virgen a pesar de las habladurías, así que ambos lo olvidaremos y nadie más se enterara ¿No crees?

El estaba furioso, sus uñas estaban dejando marca en el dosel de madera de la cama.

*-Siempre que no hay consecuencias.

*-¿Te refieres...?

*-A un bebe, que esta vez si será tuyo, nuestro...

*-¿Por eso estas enfadado?

*-Me distes una falsa impresión Su.

*-Quizás soy culpable de no corregir a Nessa en su momento. Tuve que comprar a esa criatura para evitar su muerte y después no tuve corazón de abandonarla a su suerte.

*-Deberías de habérmelo contado antes, me hubieras ahorrado mucho tiempo de cavilaciones.

*-Tienes razón lo siento, posiblemente así, no hubiera pasado lo ocurrido anoche ¿Verdad?

*-¡Si maldición! Anoche fui un animal.

Él se marchaba nuevamente enfadado.

*-¡Solomon!

*-¡¿Si?!

*-No te culpo de nada por lo de anoche, yo también te...deseaba.

El enfado de Solomon desapareció a los pies de la alfombra, antes de salir por la puerta.

Camino insensible hasta la fiesta, en donde permaneció al lado de George, sin atender a nada y apenas sin beber.

Decidió escoger una mujer del montón entre las candidatas y casarse lo antes posible.

Le parecía lógico que teniendo un cuerpo cálido que lo esperara noches tras noche, pronto olvidara a Su. Aunque para ello tendría que sentir algo y en ese momento era un pedazo de corcho.

Ella por su parte, se negaba a llorar, era increíble que después de tanto tiempo, aun la afectara la frialdad de Solomon.

Noche tras noche, en las fiestas, no era capaz de entretenerse con nada. Las cartas le aburrían, las jóvenes le aburrían, el baile le aburría y hasta el alcohol le aburrió.

*-No eres muy buena compañía ¿No crees?

*-Lo sé, no me aguanto ni yo mismo

*-¿Qué te ocurre?

*-Ni lo sé.

*-Bueno ya lo averiguaras, ¿Y lady Tolefon? ¿Se encuentra mal?

*-Mejor, pero no he podido dejar de notar su ausencia y la de Lady Mayori, aunque ella es debido a que el doctor le ha recomendado descanso para llevar a buen término su embarazo.

Solomon palideció visiblemente.

*-Si no supiera que esto es imposible, por tu reacción pensaría que has intervenido en dicho embarazo.

*-No es eso.

*-Pero...

*-Hace un algunas de noches cometí una estupidez...

*-Por tu reacción, sé que te costaste con una mujer.

*-Si

*-Eso es algo estupendo, no estúpido.

*-Lo es cuando tomas a una virgen sin experiencia y sin protección.

*-Así que estuviste con una de nuestras debutantes ¡¿Quién es la afortunada?

*-Olvídalo, soy un caballero y no pienso casarme con ella.

*-Y yo tu mejor amigo, déjame comprobar si fuiste su hombre especial o ella no es exigente.

Negó con la cabeza

*-Egoísta.

Ambos hombres se marcharon de la fiesta para acudir a su club privado en donde bebieron hasta altas horas de la madrugada.

Fue llevado a casa por un coche del club, acompañado por unos de los mayordomos del mismo,

Su ayuda de cámara le desnudo y le metió en la cama.

Al día siguiente, el poseedor de un fuerte dolor de cabeza era el, pero apretó los dientes y se concentró en hacer su trabajo diario.

*-Solomon ¿Puedo hablar contigo?

*-Por supuesto señora, pase.

Era la hora del tea, por lo que se sentó en el diván y sirvió dos tazas humeantes, para pasarle una al hombre.

*-Veras, quisiera darle una posibilidad a esa niña que he acogido. No se cuánto tiempo viviré, pero como cada vez es más frecuente qué las mujeres se instruyan para poder tener una mejor vida y como ella no lo tendrá fácil, por su procedencia y color de piel, comprenderás que haya pensado en ello. No sé cuánto dinero podría necesitar o si su vida sea larga cuando yo no esté – Se rio jovialmente- Así que he decidido donarla ahora una cantidad. Por supuesto de mi fortuna, no de la suya, ni de algo que Ambrosio me hubiera dejado.

El rechino los dientes.

*-¿Cuánto?

*-Mil libras.

*-Es una buena cantidad...ahora.

*-Lo sé y lo que yo quería pedirte es que lo inviertas a su nombre.

*-¿Qué yo lo invierta?

*-Claro. De momento, ella no necesita dinero puesto que yo me ocupo de todos sus gastos. Ese dinero no la durara toda la vida, pero si produce dinero, con el tiempo puede tener una pequeña fortuna, que no estando yo para ayudarla, pueda sacarla de un lio.

*-Lo hare, pero lo que me intriga es porque no lo hace usted.

*-Me he dado cuenta de que para algunas cosas es mejor contar con un hombre, ya es la vida demasiado corta y extraña como para querer liarla más.

Cuando se marchó, a pesar de su sonrisa, le dejo una extraña sensación, de amarga despedida.

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