Parte 8

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*-¿Está usted segura señora?

*-Si Nessa. Lo he intentado todo y nada a dado resultado, creo que lo mejor es dejarle solo, creo que le estoy haciendo andar por caminos que el odia y si no es posible, lo mejor es liberar al cautivo, algunos animales mueren si los encierras,

*-Aun queda algo por intentar. Debería encelarlo.

La mujer rió pícaramente.

*- Yo creo que él no es totalmente insensible a vos y total no pierde nada por coquetear con algún hombre, bueno mejor dos y que entre ellos lo sepan, así no se compromete realmente.

*-Eso es...aggg

*-Escoja un par de buenos-malos candidatos, de edad parecida al señor, quizás logre despertarlo

Nessa siguió escogiendo su vestuario, noche tras noche y ayudándola a poner el plan en marcha, sin que ella realmente lo supiera. La hacia llegar todos los días flores, que se recibían a la hora en que el señor volvía de cabalgar, haciéndole imposible no enterarse.

Ella por su parte se dejaba alagar el oído en los bailes. Los elegidos eran viudos en busca de dote para salvar lo poco que les quedaba, y todo el mundo lo sabía.

*-¿El señor aun no hablo con usted, a cerca de sus pretendientes señora?

*- Ni una palabra, a veces pienso que realmente es de piedra.

*-Lo cierto es que es una pena que en aquella ocasión usted no quedara encinta, eso nos hubiera solucionado este entuerto. ¿Ha pensado en volver a seducirle?

*-¡Nessa!

*-Según lo recuerdo de mis tiempos jóvenes, es algo bastante agradable.

Amas rieron escandalosas.

*-No sabría ni por dónde empezar.

*-Pues como lo hizo la otra vez señora.

*-No recuerdo ni como ose, solo sé que bebí de más y eso me soltó la lengua.

*-Me ocupare de que haya mucho vino.

*-¿Vino?

*-Si un cabernet, tinto de las bodegas Defeer, con cinco años de envejecimiento en barril de roble.

Ambas volvieron a reír.

Esa fue la información que le facilito a Solomon, cuando el enarco las cejas al verla beber varias copas de forma ávida.

*-¿Fue mi padre quien le enseño a catar y apreciar el vino?

*-¡Oh no! Es una afición reciente.

*-¿Quién es su instructor?

*-El señor Chelsi...o el señor Sligh, no los diferencio si no los tengo delante.

*-Pues yo pensé que lo haría dada la atención que ambos la procesan a usted.

*-¿Se ha dado cuenta? ¡Oh Dios mío! Les dije que fueran discretos y que nadie debía de notar nada...

*-¡¿Discretos?!

*-Naturalmente. Yo, les comente que ambos estamos inmersos en la búsqueda de una esposa ideal para usted. Ellos están interesados en mí y prometieron esperar pacientemente para hacer públicas sus intenciones hasta después de sus esponsales.

*-¡No puede ser tal ingenua e ilusa!

*-¿A qué te refieres Solomon?

*-Lo que ese par quiere de usted es su dinero. No a usted.

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