XXI

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PROV ARISTOTELES

Alguna veces cuando era joven y platicaba con mi padre, él solía hablarme de Dios, de su amor y que tiene un plan para todos, realmente yo desconocía esto era verdad, con el paso del tiempo fui comprendiendo que a pesar de haberse llevado a mi madre muy pronto, también le agradecía el haberme dado a la mejor madre del mundo, me costó mucho similar sus planes, pero con cada alegría que tenía confiaba más en él, pero ahora me sentía de nuevo en esa encrucijada, había ocasiones que me enojaba muchísimo por querer llevarse a Temo y había otras que simplemente le rogaba lleno de lágrimas que lo curara o me regalará más tiempo a su lado, no sabía si me escuchaba, las pocas veces que Pancho me veía me decía que algún día dentro de mucho tiempo entendería porque las cosas son así, pero que ahora debía disfrutar cada segundo que la vida me regalaba con él amor de mi vida.

Pero ese era el problema, tiempo esté se había convertido en mi peor enemigo, los segundos se convertían en minutos, estos en horas y cuando veía en días, semanas y meses, no me perdonaba nada, no existía algo que lo hiciera correr más lento, así como me quitó un mes en un abrir y cerrar de ojos, ahora me quitaba tres meses más, meses en donde lo único que veía era como el amor de mi vida se apagaba y no podía hacer nada para remediarlo, lo único que podía hacer era regarle momentos de felicidad en los pocos tiempos que podía.

Luego de nuestra luna de miel regresamos a Oaxaca donde lo primero que hicimos fue ver nuestro departamento, el cuál mi padre nos había heredado a Arqui y a mi luego de la muerte de mi madre, pero a mi hermanito no le molestaba que lo ocupáramos en esta ocasión, en cuanto llegamos nos pusimos a limpiar y acomodar los muebles, algunas cosas de las casa habían cambiado como el aumento de lugares cómodos como sillones y sillas alrededor , lucía más espacioso, nuestra recamara tenía unos cuantos barandales en las paredes y el baño había sido instada una pequeña tina, ni Temo ni yo entendíamos nada pero Robert había dicho que con el tiempo aprenderíamos para que servía cada cosa, mientras debíamos acostumbrarnos al nuevo espacio.

Y así fueron los primeros días, los cuales comenzamos sin perder tiempo visitando nuestros lugares favoritos, nunca desapareció nuestra banca y de hecho era el primer lugar que solíamos visitar cuando íbamos de visita a ver a mi familia, sólo que en esta ocasión íbamos diario mientras comíamos un helado y terminábamos platicando ahí recordando nuestras historias, nuestra adolescencia y como todo había comenzado para llegar hasta ahora.

Otro lugar al que íbamos era a nuestro árbol, ahí solíamos pasar el día entero tirados en el pasto mientras comíamos y admirábamos nuestra iniciales grabadas en él, a veces mirábamos las nubes dejándonos envolver por la calidez del sol.

Por último luego de regresar de nuestras caminatas solíamos sentarnos en nuestras escaleras donde siempre platicábamos, donde Temo me regalo el anillo que aun llevaba en mis manos y sobre todo el lugar donde fue nuestro primer abrazo, en las noches terminábamos en la azotea mirando las estrellas, hablando del infinito de las constelaciones y del universo.

Hubieron cosas en nuestra rutina que realmente no cambiaron como las cenas familiares, todos los López nos reuníamos los viernes para cenar incluso mi familia se apuntaba y todos juntos celebrábamos, a veces bailábamos, otras simplemente me quedaba con Temo hasta que era la hora de regresar a nuestro departamento que estaba justo en el edificio de al lado, dentro de lo que cabía éramos felices y todo iba bien con Temo, hasta que poco a poco todo fue cambiando.

El primer síntoma que aumentó fue el dolor, todo marchaba de maravilla Temo tomaba sus medicamentos y quimioterapias en el hospital donde trabajaban Robert y Axel , no recuerdo como pasó simplemente un día llegué de las compras y mi Tahi estaba enrollado en el sofá temblando.

SUNSET - ATARDECER /  Aristemo (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora