IV

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PROV CUAUHTEMOC

Hay momentos de tu vida en el que todo cambia y recuerdas el momento previo antes de que todo sucediera...

Mi día había comenzado como cualquier otro despertando al lado de mi sexy prometido observándolo dormir unos minutos más hasta que el sol atraves de la ventana lo despertó, nos miramos hablando de la idea de quedarnos en la cama para siempre mientras nos abrazamos, bromeamos de diferentes temas, nos besamos e hicimos el amor. Recordaba perfectamente la textura de su piel sobre la mía, sus besos tatuándose en cada parte de mi cuerpo, nos amamos volviéndonos uno, recordaba la temperatura del agua de la ducha, de lo mucho que me tardé en escoger una camisa, del olor a café de la mañana, de como Tahi y yo seguimos mirando revistas de boda mientras comíamos tostadas con mermelada, recuerdo su preocupación por ir sólo al médico, recordé la textura de su mano al tomarla y decirle que todo estaría bien, tomé las llaves, subí a la burra y tuve que cantarle su canción para poder llegar al médico, me reporté a la secretaria, saque una revista de boda y seguí hojeándola en lo que pasaba mi turno, reí entre algunas páginas, escuché mi nombre para indicar que pasará, entrar y sentarme a esperar al médico y recordaba cada detallé de esa mañana por que supe el momento justo en el que todo cambió...

Tomé asiento en el sofá frente al escritorio mientras guardaba la revista, miré los reconocimientos del médico que tapizaban una parte de la pared, claro no tenía tantos como mi medio hermano Axel o Robert el tío de Ari, sin embargo era un médico bastante reconocido en Toluca por lo que sabía que me encontraba en buenas manos, en ese instante el médico entró mientras su rostro reflejaba completa seriedad, se sentó frente de mí y respiró profundamente antes de comenzar a hablar

-Buenos días joven Cuauhtémoc – comenzó el-¿No vino su novio con usted?

-No, Aristóteles tuvo que asistir a su trabajo por lo que vine sólo- respondí mientras me acomodaba en el asiento

-Bueno- hizo una pausa antes de mirarme serio- regularmente no me gusta que mis pacientes reciban malas noticias solos, pero no podemos dejar pasar más tiempo

Me erguí en mi asiento mientras en mi mente analizaba las palabras malas noticias...

-¿Cómo, los resultados no salieron bien? ¿Tienen que repetirse?- me atreví a preguntar sintiendo de nuevo mi boca seca.- Usted dijo que probablemente era una simple anemia

-Los exámenes son correctos- negó mientras continuaba- pero no salieron como esperaba...

Nos quedamos en absoluto silencio mirándonos fijamente en tanto percibía que él no se encontraba listo para explicar lo que tenía que decir y por alguna razón no quería escucharlo, pero él no iba a continuar si no me armaba de valor así que suspire profundamente antes de preguntar.

-Entonces... ¿Qué tengo? – Mi voz temblaba atraves de mis labios conforme mi ritmo cardiaco aumentaba a causa del miedo, en esos momentos deseaba tanto que Ari estuviera conmigo sosteniendo mi mano ¡Maldito disco! Pensé mientras intentaba darme fuerzas a mí mismo.

-Pensamos que era anemia por los síntomas que presentaba, pero hay un conteo anormal en sus glóbulos blancos – miró los resultados de los estudios intentando ignorar mis nervios- usted tiene leucemia mieloide aguda...

Me miró a los ojos mientras decía lo último pidiendo disculpas en su mirada mientras yo me quedaba sin palabras.

-Es comúnmente conocido como leucemia.... Cáncer en la sangre- explicó al ver que de mis labios no salía ningún sonido.

Me quedé completamente en blanco mientras mi cerebro intentaba procesar la información anterior, era como si me estuvieran hablando en un idioma el cual no podía comprender, o una adivinanza que no podía descifra, mi mente se había convertido en un rompecabezas donde no podía unir nada de lo que había dicho, la única palabra que mi cerebro guardó fue cáncer.

SUNSET - ATARDECER /  Aristemo (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora