°•A Whisper•° (Luzuplay)

°•TRES•°

Un Omega se removía entre sus sábanas, despertandose con el sol mañanero que pasaba a través de su ventana. Él tenía el pelo castaño claro desordenado y era un poco más alto del promedio de los de su especie. Después de unos minutos, se sentó en la cama para quitarse el sueño.

–Buenos días Manolo– dijo dirigiéndose al cerdo que dormía plácidamente en un lado de la cama. Le acarició la cabeza y se levantó a la cocina para prepararse el desayuno.

Luego de tomar desayuno, se fue a duchar y vestirse, se puso un poleron negro, un blue jeans y unas zapatillas negras, en resumen, lo de siempre, para salir al pueblo a comprar y ver que hay de nuevo en la tienda.

Cuando estuvo listo, se aseguró de dejarle algo de comida a Manolo y se dirigió a la puerta que tenía escáner de retina, ya que en Karmaland no era tan tranquilo como todos decían, ya había recibido algunos ataques.

Cuando miró la puerta, esta se abrió y en una pequeña pantalla aparecía "Hola Luzu".

Borja, o más conocido como Luzu, era un omega querido por la mayoría de personas que vivían en Karmaland, ya que siempre intenta ayudar a otro en lo que puede. Además de ser el más querido, es un soñador y uno de los mayores en su grupo de amigos. Él tiene dos grandes sueños, uno de ellos, es ser alcalde de Karmaland. Se ha presentado a las elecciones, pero las personas dicen que no podrá con el cargo, por el simple hecho de ser Omega. Sin embargo, él da lo mejor de sí, ignorando lo que dicen y proyectándose al futuro, para demostrar que los omegas no necesariamente son dependientes y débiles.

Y su otro sueño es encontrar a su mate. Desde que se presentó como omega, ha soñado de cómo sería su destinado o destinada y siempre llega a la conclusión que va a ser parecido a él, es decir, que ayuda en todo lo que puede, soñador y que se preocupe por los otros.

Salió de su casa y fue a revisar los cultivos, a dar de comer a sus animales y revisar su pequeña producción de vino. Luego de que todo estaba en orden, se fue a sus escaleras para bajar al pueblo, porque vivía en una montaña. Mientras bajaba, vió una pequeña construcción en la explanada que tenía en frente de su montaña.

Dispuso ir a ver qué era la estructura. Ya estaba cerca y se percató que era una especie de casa bastante pequeña, se dirigió a la puerta, que era de madera y la golpeó suavemente un par de veces. Esta se abrió lentamente, dejando ver una bajada de piedra hasta un pequeño cuarto o eso parecía. La curiosidad llenó a Luzu, pero no entró por respeto. Esperó unos minutos para que alguien saliera, pero nadie lo hizo, así que cerró la puerta y se retiró, aún teniendo curiosidad, al pueblo.

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Pasó casi toda la mañana en el pueblo, entre viendo que había de nuevo en la tienda, hablando con las personas y comprando lo necesario. Hasta que percibió un olor bastante conocido para él, frambuesas y té, este provenía de por atrás de Borja.

–¡Luzu!– lo abrazó por la espalda.

–Hombre Alex– se volteó y correspondió el abrazo y se separaron a los segundos -¿Cómo has estado?

–Pues bien tío– sonrió –¿Y tú?

–Bien ¿Qué te trae por aquí?

–Te vengo a contar una noticia recién salida del horno

–Vamos a mi casa y me lo cuentas, yo también tengo que decirte algo– dijo para comenzar a caminar hacia su casa, siendo seguido por el más bajo.

Ambos se dirigían a la casa del mayor, hablando de temas banales, de repente Borja vió a alguien caminar hacia el pueblo, pero no le dió mucha importancia. Cuando llegaron, Luzu dejó pasar a su amigo en su morada, quien se dirigió a la sala de estar que tenía un par de sillones, una mesa de centro y encima de esta un jarrón con flores. Era algo simple, pero a Luzu le gustaba.

–¿Quieres algo para beber?– dijo dirigiéndose a la cocina.

–Un vaso de agua estaría bien– respondió desde un sillón.

Después de unos minutos, el dueño de casa volvió con un vaso de agua y una taza de café para él y se sentó en el mismo sillón en que estaba sentado Alex.

–¿Qué me querías contar?– dijo dándole un sorbo a su taza de café.

–¿Tú has visto al nuevo?– preguntó tambien tomando de su vaso de agua.

–¿Llegó alguien nuevo?– dijo sorprendido, él pensaba que no iba a llegar nadie nuevo al pueblo.

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Aquí está el capítulo que les había prometido, no pensé que iban a apoyar tanto este libro. Me hace muy feliz ver que les gusta :3

Bueno, no sé que más decir, gracias por todo, los amoooo

Bye uwu