°•A Whisper•° (Luzuplay)

°•TREINTA Y SEIS•°

Mientras Alex estaba en la casa de Luzu, Fargan se encontraba en la casa-árbol de su hermano oscuro, este lo había llamado esa mañana para encontrarse y, quién sabe, poner unas minas por el pueblo por mera diversión.

Los dos se encontraban en la sala de cofres del lugar, el mayor estaba sentado en el suelo, mientras que el otro estaba buscando unos materiales en una de sus mochilas.

-Fargan- lo llamó el beta, el nombrado volteó la mirada hacia el contrario, quien estaba en la mesa de crafteo -¿Puedes buscar pólvora?- le pidió.

El alfa se levantó del piso y se dirigió a los cofres para comenzar su búsqueda. Tras unos momentos, el enmascarado encontró lo que buscaba. Lo tomó y se lo llevó a su compañero, este tan solo lo recibió sin decir nada.

Los dos se quedaron en silencio, el menor concentrado en lo que hacía, mientras que el contrario pensaba si en decirle lo que pasó en el viaje o no. Su relación con Willy era bastante especial, no había secretos ni mentiras e incluso esta superaba los límites de una simple amistad. Sin embargo, él pensaba si decía lo que le pasó mientras estaba con Alex, el beta podía reaccionar de mala manera.

-Listo- dijo Guillermo luego de unos minutos, seguido se dio vuelta y se dirigió hacia el contrario -Toma- con una sonrisa maliciosa, le entrega unas minas, las cuales estaban camufladas con tierra.

-¿De quién es el turno?- preguntó emocionado mientras tomaba las minas y las guardaba, seguido se levantó del suelo.

-Pensémoslo mientras vamos caminando- propuso, el contrario asintió, pero otra pregunta llegó a su mente.

-¿No sería mejor salir de noche y ponernos los trajes cuando ya estemos en el lugar?- cuestionó y levantó su mirada al peliblanco.

-Si- respondió y miró al enmascarado a los ojos -pero sé que no lo vamos a hacer y nadie conoce nuestros trajes, así que no van a sospechar.

David asintió al encontrarle sentido a lo que dijo el contrario, luego el ojiverde caminó hacia el ascensor que había y bajó por este, seguido el contrario hizo lo mismo. Al bajar, llegaron al dormitorio principal, este tenía una cama de dos plazas, dos veladores a los lados de esta, una cómoda a los pies de la cama con una televisión y un closet grande pegado en una pared.

El menor se dirigió al armario y comenzó a buscar el traje de la hermandad. Mientras tanto, el alfa se fue a sentar a la cama y comenzó a buscar su traje en las mochilas que tenía. Normalmente no lo tenía encima, pero casi siempre que se junta con el menor terminan haciendo una maldad, así que era mejor tenerlo a mano cada vez que estaba con él.

Luego de un momento, Fargan logró encontrar su traje, lo sacó de la mochila, lo dejó sobre la cama y se comenzó a desnudar para cambiarse.

-¿Y Rubius?- preguntó el alfa luego de sacarse la parte de arriba de la ropa, seguido se volteó para ver a su compañero.

Willy, quien le estaba dando la espalda, estaba en las mismas condiciones que el contrario. Fargan sonrió orgulloso al ver la parte de atrás del dorso del menor. Esta estaba decorada con numerosas mordidas y chupones que iban desde los hombros hasta la parte baja.

-Me dijo que no podía venir- informó serio -Seguramente está compartiendo tiempo con su pareja- lo último lo dijo con algo de desagrado, seguido volteó a ver un momento a su compañero, pero devolvió la mirada al segundo, sintiendo como la vergüenza comenzaba a aparecer.

-¿Qué pasa?- preguntó el mayor con una sonrisa maliciosa al ver la reacción del menor, seguido se levantó y se dirigió hacia el contrario para abrazarlo por la cintura y apoyar su cabeza en su hombro -No te tienes que sentir vergüenza.